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Un escabroso crimen estremeció desde la urbanización Los Aceitunos a toda Maracaibo. Una abogada, de 28 años y madre de dos niñas, fue asesinada en la residencia de sus padres.

 

Los desgarradores gritos de dolor de su madre retumbaban en la casa 82C-40 de la citada urbanización, de la parroquia Raúl Leoni. A Olga Lucía Sánchez Pineda le quitaron la vida a puñaladas. Era la hija menor de la jueza interina Ana Sánchez.

 

Dos robacasas irrumpieron en la vivienda, con pasamontañas. A la 1:30 de la madrugada, el par de hampones levantó el portón, tipo santamaría. No la forzaron. Ya adentro, sometieron a siete personas. 

 
La familia Sánchez dormía cuando los criminales ingresaron. La pesadilla comenzó a la 1:30 am. Duró al menos tres horas.

 

 

Los delincuentes fueron a los cuartos, en la planta alta. Despertaron, primero a los padres de Olga para encañonarlos. De allí bajaron  al cuarto donde dormía la abogada. En la vivienda estaban sus hijas y dos sobrinos. A los siete los llevaron a una habitación donde  maniataron solo a los adultos, excepto a Olga. “La eligieron a ella para que los guiara hacia las cosas de valor”, narró un hermano de la víctima.  

 

Hacia las 4:00 am, los hampones ya se habían ido y fue uno de los niños quien desató a los abuelos, quienes bajaron para saber de Olga. La hallaron muerta y la dolorosa  escena devastó a su madre.

 

La abogada fue apuñalada 12 veces, siete en el cuello y cinco en el estómago. El cuerpo presentó signos de estrangulamiento, reveló la autopsia.

 

Los delincuentes cargaron con todo lo que pudieron, tenían carros afuera de la casa esperándolos, allí transportaron todas las pertenencias.

 

“Robaron cuatro televisores, dos computadoras, un aire acondicionado. Una camioneta Chevrolet Vitara, gris, las herramientas para arreglar el carro y hasta se llevaron la comida de la nevera”, precisó el hermano.

 

Los criminales  conocían  las pertenencias de la familia. “Pidieron que los llevaran a la bóveda, y dijeron: ¡Dame los dólares!. También se llevaron una pistola que había allí”, dijo el pariente.

 

La noticia se supo rápidamente entre los familiares, quienes fueron llegando a Los Aceitunos, donde se abrazaban para consolarse. Los gritos de la madre de Olga partían el alma de todos. 

 

“Ella era tan noble, mi hija. Mi chiquita, estoy que no valgo nada”, se lamentaba entre llanto. La progenitora se retorcía del dolor, mientras parientes la sostenían. 

 

Otra escena conmovía… las hijas de la abogada corrían por el porche de la casa, la inocencia de su corta edad las mantiene alejadas de la situación.

 

El hermano de Olga afirmó que ella  tenía un bufete de abogados y se estaba divorciando desde hacía dos meses. Hasta la vivienda llegó su expareja.

 

No fue la primera vez que la profesional del derecho era víctima del hampa. Tenía un mes en la casa de sus padres. “Mi hermana antes vivía en el oeste de Maracaibo, en La Victoria, pero allí también se le metieron a la casa y le robaron todo. Papá le dijo que se mudara aquí por lo mismo”, narró su hermano.

 

Un amplio despliegue policial se activó para hallar a los asesinos. Uno de los criminales resultó abatido al enfrentarse a los detectives del Cicpc. 

 

“El Lulo”, de 24 años, cayó muerto, a las 2:30 de la tarde en la casa donde se enconchaba. La propiedad era de su hermana y está  en  la calle 43 del barrio Alfredo Sadel, en Los Claveles. Los vecinos dijeron que vieron al delincuente entrar a la vivienda  con un televisor.

 

Los detectives siguen tras la pista de los otros implicados en el crimen. 

 

(Panorama)

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