Un comité de representantes de acreedores de bonos venezolanos rechazaron el pasado martes el plan de endeudamiento que el equipo de Juan Guaidó pretende imponer a Venezuela «una vez cese la usurpación».

 

Los acreedores se mostraron descontentos con el plan de Guaidó y la Asamblea Nacional -en desacato desde 2016 al orden constitucional-, debido a que no es acorde a sus intereses, pues exigen que el referido parlamento apruebe «una ley de quiebra que sea reconocida por Estados Unidos», cita la agencia Reuters que difundió originalmente la información.

 

Los bonistas también exigieron a Guaidó -autoproclamado «presidente interino»- que debe negociar «toda la deuda» y, en ese sentido, a «comprometerse ahora con el Comité y otros actores interesados» y a mejorar la comunicación.

 

Además, los acreedores se oponen a un decreto que solicitó Guaidó al Gobierno estadounidense para «proteger» los activos venezolanos, como los de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y su filial Citgo, que superan los 30.000 millones de dólares y que se encuentran secuestrados por la administración de Donald Trump.

 

Al respecto, la plataforma de periodismo de datos La Tabla agregó en Twitter que la agencia de noticias del Reino Unido -Reuters- tras informar sobre el rechazo de los acreedores de bonos venezolanos al plan de «reestructuración de la deuda externa» de Guaidó, en su versión en español se refirieron a una solicitud de renegociación: «Llama la atención que Reuters publicó una versión de la información en español que difiere sustancialmente del original en inglés. Mientras ésta dice que fue rechazado el plan de reestructuración la publicada en español informa que acreedores piden definir como renegociar».

 

La deuda que pretende «negociar» el equipo financiero de Guaidó -que dirige Ricardo Haussman- suman casi 200.000 millones de dólares. La misma sería financiada por el Fondo Monetario Internacional.

 

(LaIguana.TV)