Diversas organizaciones sociales y gremios de trabajadores de Ecuador mantienen este jueves el cuarto día de protestas contra las medidas económicas del Gobierno que preside Lenín Moreno, respondiendo de esta manera al llamado de la denominada Asamblea Nacional Ciudadana (ANC).

 

Las concentraciones iniciaron a partir del 15 de julio y se llevan a cabo de manera progresiva en diversos lugares del territorio andino, en provincias como Pichincha, Guayas, Esmeraldas, Bolívar, Manabí, Cañar, Los Ríos y Morona Santiago.

 

Causas de las protestas

 

Desde inicios de 2019, se han realizado varias manifestaciones contra el plan de ajuste implementado por el Gobierno, ya que afirman que las medidas implican el despido de miles de funcionarios públicos, ante los recortes en los presupuestario de sectores con impacto social.

 

Por su parte, la ANC también sumó a la lista de reclamos los recortes presupuestarios en educación y salud, así como el aumento del precio de los combustibles (tras eliminar los subsidios) y la electricidad.

 

Es así como los manifestantes rechazan las propuestas de reformas al Código de Trabajo, presentadas por las cámaras de comercio de Quito y Guayaquil, al tiempo que se oponen al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI), por más de 4.000 millones de dólares, que entró en vigencia en 2019 y del cual ya se han hecho desembolsos.

 

Asimismo, organizaciones campesinas de Ecuador iniciaron este lunes varias movilizaciones en Bolívar y Chimborazo contra las políticas agrarias de Lenín Moreno, las cuales afirman benefician a transnacionales.

 

También el Frente Unitario de Trabajadores participa en el paro nacional, ante las posibles reformas laborales. Entre los puntos que se rechazan está la jornada laboral de seis días y hasta 12 horas laborables, jubilación a los 75 años, incrementos de los aportes al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), así como las eliminaciones del pago de horas suplementarias, extraordinarias, jubilación patronal, bonificaciones por jubilación, descansos sábados y domingos, derecho a manifestaciones o huelgas, subsidio del gas y la flexibilización laboral.

 

Igualmente, también asuntos de política internacional son rechazados por los manifestantes: la entrega del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, la salida del bloque de integración regional Unasur y hechos nacionales como el despido de cientos de miles de trabajadores públicos, el incumplimiento de las ofertas públicas de campaña, la subida de los precios del combustible y de las tarifas de los servicios públicos, entre otros.

 

(teleSUR)