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Un susto notable, en principio sin gravedad. Finalizaba Fernando Alonso la sesión matutina este domingo en el circuito de Montmeló, cuando entre la curva tres y la curva cuatro sufrió un accidente y, con su reacción posterior, encendió todas las alarmas. Según las imágenes de los fotógrafos (en los test no hay realización televisiva), el piloto salió de la pista a una escasa velocidad, impactó primero contra el lateral derecho de su McLaren y se desplazó luego por el muro varios metros.

 

Se detuvo el coche y apareció la bandera roja, pero, al contrario de lo esperado por los comisarios, Alonso estuvo más de diez minutos sin salir del monoplaza y tuvo que ser auxiliado. Al parecer, según fuentes de la organización aún sin confirmación, bien antes del incidente o bien a causa del mismo, el piloto se sintió indispuesto y, tras reaccionar con lentitud a las primeras pruebas que le realizaron, activó el conservador protocolo médico para estos casos. «La velocidad era baja, quizá sólo de 150 km/hora, cuando se fue directo al muro. Fue extraño», explicó escueto Sebastian Vettel, que rodaba detrás del español.

 

«Consciente y hablando», según explicaron su padre José Luis, su representante Luis García Abad y su jefe Eric Boullier, se subió por su propio pie a una ambulancia para ser trasladado al centro médico del circuito y poco después fue evacuado en helicóptero al Hospital General de Cataluña, en Sant Cugat. Las mismas fuentes confirmaron que «está bien», «sólo un poco confuso» y que, en principio, no sufre ninguna lesión de gravedad. Su equipo anunció que en breve realizará un comunicado oficial detallando lo sucedido y el estado del piloto.

 

Laporta y Arrivabene

El incidente concluyó precipitadamente una jornada breve. Tras la avería que el sábado sufrió su compañero Jenson Button en la unidad de potencia de su McLaren, Alonso tuvo que esperar hasta las 11:00 de la mañana para poder salir a rodar. Mientras sus mecánicos trabajaban para instalar las nuevas piezas en el monoplaza, recibió la visita del ex presidente del Barcelona Joan Laporta y de Maurizio Arrivabene, el nuevo jefe deportivo de Ferrari, pero era evidente que ansiaba empezar a trabajar.

 

En cuanto le dieron el ‘ok’, salió disparado desde el motorhome al box, y no tardó en reconocer el asfalto. De nuevo en tandas muy cortas, de apenas de cuatro vueltas cada una, completó antes de su accidente hasta 20 pasos con un mejor tiempo de 1:27.956, lejos del crono líder de la jornada, 1:25.604, realizado por un sorprendente Carlos Sainz.

 

El español fue invitado por Toro Rosso a probar el rendimiento máximo de su STR10 y el resultado no pudo ser mejor. Con neumáticos blandos, mejoró en más de tres segundos su tiempo del viernes (1:28.945) y se colocó a sólo un segundo de los mejores registros de la semana, marcados por el Lotus de Pastor Maldonado (1:24.348), el Red Bull de Daniel Ricciardo (1:24.574) o el Ferrari de Kimi Raikkonen (1:24.584).

(Elmundo.es)

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