La administración del presidente Donald Trump ha arremetido en los últimos meses contra Tarek El Aissami, vicepresidente sectorial del área económica de Venezuela. La más reciente agresión se registró el pasado 31 de julio, cuando fue incluido en la lista de los 10 “prófugos” más buscados, después de ser acusado de narcotráfico internacional.

 

¿Cuál es el motivo del empecinamiento de la Casa Blanca contra el vicepresidente sectorial del Área Económica? Una campaña de descrédito dirigida desde Washington contra el vicepresidente del Área Económica, se ha puesto en marcha desde el año 2017.

 

Solo de la mano de Eduardo Galeano y su cátedra del “mundo al revés” se puede entender cómo Estados Unidos, el país con la mayor tasa de consumo de estupefacientes, sancionó a Tarek El Aissami ese año incluyéndolo en su lista de “capos” del narcotráfico.

 

Lo hizo valiéndose de la Ley Kingpin o Lista Clinton, que es el: marco legislativo de Washington para aplicar sanciones a supuestos narcotraficantes extranjeros.

 

Entre las medidas coercitivas unilaterales contra El Aissami, aplicadas en esa oportunidad, se encuentran el bloqueo de activos en ese país y la prohibición de realizar transacciones financieras o comerciales con empresas o individuos estadounidenses. Justo ese año, fue designado vicepresidente Ejecutivo de Venezuela, por el presidente Nicolás Maduro.

 

Sin justificaciones, se ha pretendido socavar la dignidad de un funcionario, que durante su desempeño como ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Venezuela contribuyó a la captura de 75 capos internacionales del narcotráfico, solicitados por Interpol. Además, se incrementó la incautación de drogas: solo en el año 2011 se contabilizaron 42 toneladas incautadas de estupefacientes.

 

El pasado 31 de julio de 2019 se sumó otra gran agresión: el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos incluyó a El Aissami en la lista de los 10 prófugos más buscados por supuesto “narcotráfico internacional”.

 

Al conocer esta nueva arremetida, El Aissami desde el río Caroní, estado Bolívar, respondió: “Acúsennos de lo que les dé la gana, nosotros sigamos construyendo el sueño de Bolívar, el sueño de la Patria”.

 

Todo evidencia que se trata de acusaciones con fines políticos y un caso de conflictos de intereses. Los señalamientos en contra de El Aissami y otras figuras del gobierno venezolano carecen de evidencias.

 

(LaIguana.TV)