Media hora, una hora, hasta cuatro horas esperan por una unidad de transporte los zulianos en Maracaibo. Como si fuese una plegaria la mayoría señala: “Cada día está más caótico”.

 

Aunque los ‘piratas’ han formado parte del paliativo a la crisis por la falta de unidades, los usuarios igual se quejan porque “también nos toca esperar”.

 

A esto le suman que la tarifa, aunque está fijada por el  Instituto Municipal de Transporte Colectivo y Urbano de Maracaibo (Imtcuma) en 500 bolívares desde mayo pasado, los choferes cobran entre 1.500 y 2.000 bolívares por pasajero, pues alegan que el monto acordado “ni les alcanza para cubrir la compra de un respuesto, mucho menos para comer”.

 

“Soy de Cabimas y vine a Maracaibo a realizar unas diligencias, y me ha tocado esperar media hora y hasta más por un transporte”, dijo el comerciante Jorge Briceño, quien afirmó que en su municipio, de la Costa Oriental del Lago, “el pasaje es más barato. El precio es de 500 bolívares y en Maracaibo le quitan a uno 1.500 y 2.000 bolívares”.

 

Luis Hernández, un abuelo jubilado, contó que le tocó recorrer toda la avenida 5 de Julio desde la calle 72 hasta la avenida Delicias porque «no pasaba ni un carro, ni un autobús” que le acortara la distancia para llegar a una entidad financiera a retirar efectivo.

 

En la parada de Bella Vista, ubicada frente al monumento a la Chinita, en pleno casco central se pudo apreciar la cola de usuarios en espera de una unidad.

 

“Tengo media hora esperando vengo del sector Los Robles y voy a Bella Vista a buscar efectivo. He pasado toda la mañana en esperando transporte cada vez está más caótico”, afirmó Estrivina Pérez.

 

 

Verónica Santiago, es médica cirujana, y también denunció el excesivo cobro en la tarifa de 1.500 y 2.000 bolívares por lo que prefiere esperar por una unidad cumpla con la tarifa de 500 bolívares.

 

Después de la 1:00 de la tarde, la espera por una unidad se hace más pesada sobre todo para quienes residen a lo largo del paso del tren del Metro de Maracaibo.

 

“Vivo en la urbanización La Urdaneta, más son las veces que me voy a pie al trabajo que las que puedo tomar un transporte público, porque ni el tren. Ya muy poco trabaja por la situación de la electricidad”, manifestó Morella Robles.

 

 

Al final de la tarde, cuando culmina la jornada laboral a las 5:00 pm, los usuarios vuelven a quedar a merced de quienes se aprovechan para especular y cobrar hasta 3 mil bolívares por un pasaje, a pesar de la continua fiscalización que mantiene el Imtcuma.

 

“Uno se monta y sino paga de una vez pierde porque está expenso a que le exijan  3 mil bolívares y sino los pagan, te bajan”, dijo Daniel Pedraza, residente de la Curva de Molina.

 

(Panorama)