Juan Guaidó anunció recientemente la designación como su representante en Israel de Pynchas Brener, exrabino principal de Venezuela, quien avaló el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez e incluso estuvo en Miraflores el 12 de abril de 2002.

 

Brener, de la Unión Israelita en Venezuela y que congrega a la feligresía de origen ashkenazí, llegada al país después de la Segunda Guerra Mundial, participó en la autoproclamación como presidente de la República del empresario Pedro Carmona Estanga, según lo registró en 2003 la escritora y editora venezolana Jacqueline Goldberg en la revista Gatopardo.

 

“Tras la fugaz ausencia de Chávez, el empresario Pedro Carmona, entonces presidente de Fedecámaras, fue convocado a asumir el poder. La mañana del 12 de abril de 2002 numerosas personalidades del variopinto panorama nacional se enfilaron hacia Miraflores —el Palacio de Gobierno— para dar su espaldarazo a quien esa noche asumiría la magistratura del país. Las lentes de los noticieros enfocaron una vez más a Pynchas Brener”, escribió.

 

El rabino ha mantenido una histórica vinculación con la oposición venezolana, así como con algunos expresidentes como Carlos Andrés Pérez, Jaime Lusinchi y Rafael Caldera.

 

Según la misma publicación el rabino, presidente del «Comité de Relaciones entre Iglesias y Sinagogas en Venezuela», también fue salpicado en 1996 por el escándalo de corrupción conocido como “las colitas de Pdvsa”, es decir, el uso indebido de los aviones de la estatal petrolera.

 

Brener es además miembro del Consejo de Gobernadores de la Universidad Bar Ilan, ubicada en Ramat Gan, cerca de Tel Aviv. Se trata de un centro de educación e investigación público pero de inspiración religiosa ortodoxa.

 

Es conocida porque Yigal Amir, el asesino del primer ministro Yizath Rabin, en 1995, era estudiante de derecho en esa universidad.

 

Las relaciones con Israel están rotas desde 2009 cuando el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó la expulsión del embajador, como protesta por la incursión israelí en Gaza, uno de los territorios palestinos ocupados.

 

Fue durante una operación militar denominada Plomo Fundido, la más sangrienta desde 1967, que sólo en el primer día de hostilidades causó 200 bajas y que en menos de un mes produjo la muerte de 1.300 palestinos, de los que un tercio eran niños.

 

El pasado 23 de enero cuando Juan Guaidó se autoproclamó presidente fue precisamente Israel uno de los primeros países que le otorgó reconocimiento como “presidente legítimo”.

 

El 27 de enero, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, publicó un video en Twitter en el que anunciaba que su país “reconoce al nuevo liderazgo de Venezuela”.

 

Pero tal parece que los israelíes no se conforman con tan sólo reconocer al gobierno de Guaidó y mantener vínculos con la derecha venezolana, sino que han intentado ir más allá.

 

El pasado mes de junio el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, informó sobre un nuevo intento de golpe de Estado en contra del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y dijo que en el hecho estaban involucrados mercenarios de varios países como Israel, Estados Unidos y Colombia, que buscarían secuestrar y asesinar al presidente venezolano.

 

El ministro evitó prudentemente pronunciarse ‎sobre si los israelíes que dirigían el intento de golpe, planificado para el 24 de junio, trabajaban ‎o no para el Estado israelí.

 

(LaTabla)