El gigante estadounidense Google guarda los datos de las personas que nunca utilizaron internet, asegura el fundador de la plataforma Beakon, Joe Toscano, en su columna para Forbes.

 

Según reveló Toscano, se dio cuenta de que Google intentaba reemplazar el programa LastPass con su propio gestor de contraseñas, aunque técnicamente no tenía acceso a sus datos. Como resultado, Toscano se vio obligado a ir a los ajustes para configurar manualmente su cuenta de Google.

 

Sin embargo, el hombre se quedó perplejo al ver la lista de «contraseñas guardadas» y la de las «nunca guardadas».

 

Aunque lo que realmente dejó en shock al columnista de Forbes fue la lista de direcciones, que no solo incluyó los lugares que buscó en Google o visitó, sino también algunos datos de sus familiares.

 

Si eres usuario de Chrome y quieres saber cuáles de tus contraseñas conoce Google, pon en tu barra de búsqueda el siguiente comando: chrome://settings/passwords.

 

«Primero, había información de mi madre. Era interesante. ¿Tal vez lo introduje yo? ¿Tal vez estaba en los datos de contactos guardados en mi celular? (…) Estoy seguro de que no sería difícil vincular a mi madre y a mí basándose en mi actividad de internet. Así que, mientras esto estaba interesante, no estaba demasiado preocupado y seguí adelante», señaló el autor del artículo.

 

No obstante, luego encontró los nombres y las direcciones postales de su abuela —que todavía está viva pero nunca ha tenido acceso a internet— y de su abuelo, quien murió en marzo pasado y tampoco era usuario de internet. Toscano confesó que ninguno de ellos «tuvo internet en casa durante toda su vida» y agregó que él mismo no sabía con certeza las direcciones de sus abuelos.

 

El columnista decidió hacer su propia investigación para determinar cómo Google logró obtener los datos personales de su familia y vincularlos con él. Toscano recordó que «nunca supo la inicial del segundo nombre» del abuelo y tampoco utilizó el nombre de su familiar como contraseña secreta.

 

Toscano subrayó que solo tenía en su lista de contactos el nombre y el número de teléfono de la empresa de que su abuelo —quien «trabajó 32 horas al día»— era propietario, así que «no tenía razón para guardar su número de casa»—.

 

El autor del artículo sugirió que alguna empresa o persona pudo vender los datos personales de su abuelo a Google. Pero, ¿cómo lo vincularon con su cuenta de Chrome? El columnista supuso que Google ha creado una especie de árbol genealógico de sus usuarios.

 

(Sputnik)