La prensa española tiene claro a quién respalda en Cataluña. Con mayor o menor apariencia de objetividad, les echa la culpa a los manifestantes por la violencia y pone a la policía como las víctimas.

 

«Barcelona vivió ayer su quinta noche consecutiva de disturbios. Los altercados de la jornada fueron especialmente virulentos por su duración, su intensidad y la dosis de violencia que emplearon los manifestantes», asegura el diario madrileño El País en su reseña de lo acontecido el viernes.

 

«Más allá del rechazo a la sentencia emitida por el Tribunal Supremo contra los líderes del procés, los jóvenes pusieron en el centro de la diana a los policías. Miles de jóvenes se enfrentaron con gran violencia y durante horas a la policía. Los violentos cercaron la sede central de la Policía Nacional, donde arrojaron objetos, levantaron barricadas e incendiaron contenedores. Al anochecer, la protesta se trasladó al centro, donde los Mossos emplearon una tanqueta con cañón de agua. Al menos tres policías resultaron heridos», sigue la crónica en la que la palabra violencia y sus derivados recae siempre sobre los manifestantes.

 

Ni siquiera la detención de un reportero gráfico del mismo diario logró que El País se saliera de su línea favorable a la policía. Este acontecimiento fue reseñado con una pequeña nota en la que se dice que «el fotoperiodista de El País Albert Garcia ha sido puesto en libertad a las 3.30 de este sábado tras ser detenido por el Cuerpo Nacional de Policía mientras desarrollaba su trabajo durante los disturbios en el centro de Barcelona. Garcia, que iba acreditado con brazalete de prensa y portaba casco de protección, fue inmovilizado en el suelo por media docena de agentes y llevado hasta un furgón policial».

 

El diario, que tanto recalcó el carácter violento de las protestas se cuidó mucho de calificar esta acción de seis policía antimotines contra un civil desarmado.

 

Añade la nota que «la detención se produjo alrededor de las 22.30 del viernes en la esquina de la ronda de Sant Pere con la calle de Pau Claris, según han explicado diversos periodistas que han sido testigos del incidente. Garcia estaba tomando fotografías de la detención de un joven cuando ha sido arrestado, según los mismos testigos. Los agentes le han esposado las manos a la espalda y han tratado de impedir que otros compañeros grabasen lo ocurrido, según ilustran los vídeos difundidos en redes sociales».

 

El diario no informó acerca de la suerte del material gráfico en general que había realizado Garcia hasta ese momento ni de las fotos de la «detención del joven». Los videos a los que se hace referencia muestran que los reporteros no estaban fotografiando simples «arrestos», sino tremendas palizas propinadas a los manifestantes por los agentes policiales. El mismo periodista fue sometido, esposado y llevado a empeñones a la jaula.

 

El medio de comunicación no publicó en la edición del sábado ninguna protesta editorial por el trato recibido por su trabajador ni tampoco por el hecho de que los policías hayan tratado de impedir que otros medios grabasen la violenta detención.

El Comité de Redacción del diario (integrado por sus trabajadores) sí emitió un comunicado en el que exigió «a los poderes públicos y a los responsables de las protestas que respeten y faciliten la tarea de los periodistas como instrumento del derecho fundamental a la información que tienen los ciudadanos».

En enero pasado, cuando tres periodistas al servicio de la agencia española EFE (un español y dos colombianos), fueron detenidos por unas horas en Caracas por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (sin que mediara violencia alguna), hubo pronunciamientos de la Unión Europea, el gobierno español, el de Colombia, la OEA y numerosos gremios y organizaciones empresariales periodísticas que calificaron el hecho como “un atentado contra la libertad de prensa”.

 

(LaIguana.TV)