Un equipo de jóvenes venezolanos, del proyecto Locha Mesh, idearon la manera de poder comunicarse y realizar transacciones con Bitcoin, aun cuando falle el suministro eléctrico y la conectividad a Internet, una realidad permanente en algunos estados de Venezuela, de regiones afectadas por desastres naturales o de quienes no cuentan con una infraestructura desarrollada.

 

Datos de coin.dance señalan que Venezuela es el país con el segundo mayor volumen de bitcoin comerciados a través de LocalBitcoins, lo cual indica que los ciudadanos podrían estar usando la criptomoneda como método para resguardar el valor de sus ingresos ante la crisis que afecta al país y que somete al bolívar a una acelerada devaluación.

 

Sin embargo, ese no es el único problema que enfrentan los ciudadanos en Venezuela. Entonces, ¿cómo alguien puede estar seguro de que tendrá siempre a la mano la posibilidad de usar su monedero de Bitcoin, si de manera permanente padece apagones eléctricos y fallas de Internet?

 

Esta situación que aqueja a la población venezolana, pero también a quienes han vivido desastres naturales, impulsó al joven equipo de Locha Mesh a trabajar en una solución para que los habitantes del país se comunicaran, y pudieran enviar y recibir transacciones con Bitcoin sin conexión a Internet.  Con esto en mente, idearon dos dispositivos, el Turpial y el Harpía, nombres que aluden a dos aves emblemáticas de la región, con software y hardware de código abierto, disponible en GitHub.

 

El equipo venezolano presentó el proyecto en la Conferencia Lightning, que se realizó los días 19 y 20 de octubre en Berlín. Un corresponsal de CriptoNoticias, presente en Berlín, durante la conferencia enfocada en el desarrollo de la red de micropagos de Bitcoin, recogió palabras de Randy Brito, fundador de Bitcoin Venezuela y CEO de Locha Mesh: «Solo se necesita que alguno de los nodos tenga acceso a Internet para hacer el brodcasting de las transacciones».

 

En una entrevista publicada en YouTube por la casa de cambio mexicana Domitai, Brito, describe al proyecto como un sistema de comunicación en malla. Se trata de una red inalámbrica compuesta por nodos que conectados entre sí permiten la transmisión de información sin necesidad de conexión a Internet o a la red eléctrica.

 

Los dispositivos Turpial y Harpía, con un radio de acción de 4 y 10 kilómetros respectivamente, funcionan con nodos de Locha Mesh.

 

Por tratarse de dispositivos que facilitan el anonimato de las personas que operan con ellos, el Turpial y el Harpía son resistentes a la censura, pues no requieren conexión alguna a servidores, sino entre ellos mismos, de punto a punto, para transmitir datos. Además limita la interferencia del gobierno y permite realizar transacciones en la red subyacente de Bitcoin, encontrando una puerta de entrada a ella, sin necesidad de conexión a Internet, tal como explicó Brito en una entrevista con Max Keiser de Keiser Report.

 

De acuerdo a lo explicado por Brito, es posible usar el dispositivo como una pegatina en la parte trasera del teléfono y conectarlo en cualquier momento como si de un router se tratara. También puede llevarse encima todo el tiempo. Cuenta con una batería y una antena para un alcance de unos 4 kilómetros de zona urbana.

 

Entre los planes del equipo, se cuenta la posibilidad de lanzar al mercado un dispositivos de fácil uso y lo suficientemente accesibles como para que exista al menos un nodo cada cuatro o diez kilómetros, que es la manera en la que garantizan que los mensajes y las transacciones lleguen a zonas más alejadas. También trabajan en antenas de gran alcance para zonas de poca cobertura, como lo mostraron recientemente en un tuit publicado en sus redes sociales.

 

En la Conferencia Lightning de Berlín, también fue presentada una propuesta parecida a la de Locha Mesh, pues la startup Breez mostró un nuevo protocolo que permite a los usuarios realizar transacciones en la red de micropagos sin que los participantes estén conectados al mismo tiempo. En la actualidad, ambas partes obligatoriamente deben estar en línea para usar Lightning Network.

 

Una moneda con historia

 

El término locha, utilizado para darle nombre al proyecto Locha Mesh, es un venezolanismo arraigado desde el año 1870. Surgió de la octavilla o la ochava, que era el nombre de la moneda con valor de 2 y medio centavos, correspondiente a la octava parte de la moneda de plata de la Venezuela de entonces, la peseta. Del uso de la ochava, del lenguaje coloquial, derivó la locha. Tiempo después, el nombre de locha se mantuvo para la moneda con valor de 12 y medio céntimos, que corresponde a la octava parte de un bolívar.

 

Hoy en día, el término, también de manera coloquial, se usa en Venezuela para referirse al hecho de trabajar por dinero, con la frase “lucha por la locha”.

 

(Criptonoticias)