Las fuerzas de la derecha ya no respetan ningún límite: ni resultados electorales ni cifras macroeconómicas. Contra cualquier gobernante progresista desatan la respuesta de la violencia y arrebatan el poder. Tal es el panorama revisado por el intelectual Luis Britto García y el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela, en el programa de este último, Desde donde sea.

 

Bolivia: cacería humana

La mayor parte de la conversación se desarrolló en torno al tema de Bolivia.

 

-MAPP: Ha quedado claro que ni siquiera ganando las elecciones por diez puntos tienen validez los triunfos de los presidentes de izquierda. En Bolivia se están rompiendo todas las normas nacionales e internacionales.

 

-LBG: Todo gobierno progresista está bajo sentencia de muerte, no lo van a dejar actuar ni preservar el poder, hay una acechanza permanente de la derecha para derrocarlo por la vía que sea. El movimiento progresista debe prepararse siempre para una guerra, para emprender contraofensivas y contramedidas. Es conmovedor cómo Evo Morales autorizó a la OEA para que revisara las elecciones. Tengo años diciendo que eso no debe hacerlo ningún país latinoamericano porque se pierde la soberanía. Paco Ignacio Taibo dice que no se puede entregar ni la conciencia ni otra cosa que no no voy a nombrar porque nunca te las devuelven en buen estado. En Bolivia ahora la OEA dice que el golpe lo hizo Evo. Hay un bloqueo informativo y una cacería humana, un episodio de destrucción y asesinato en masa, que es lo que puede ofrecer la derecha

 

-MAPP: Además, Evo no solo ganó por diez puntos, sino que Bolivia era la mejor economía de Suramérica reconocida por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y ni siquiera por eso estuvo a salvo…

 

-LBG: Tenía los mejores resultados económicos, pero ni eso acepta la derecha. Reconoció derechos a los indígenas, instauró las pensiones, redujo los niveles de pobreza dramáticamente. Construyó 20 mil viviendas de interés social, redujo el analfabetismo. La hoja de logros humanos del gobierno de Evo es impresionante y la derecha le contesta con violencia absurda, injustificada y racista. Su punto es que ese señor mejoró la condición del pueblo y por tanto debe ser perseguido y de ser posible, asesinado.

 

-MAPP: Sí, este fue un golpe racista, aparte de mediático y militar. Se trata de dejar a un lado al 60% de la población indígena por una minoría que se cree blanca, porque la señora que se autoproclamó presidenta no lo es, quiere ocultar sus rasgos indígenas.

 

-LBG: La mayoría de la población es originaria porque se reconoce como tal o porque lo son, si bien no se reconocen. Los derechos que reivindicó Evo para esos pueblos, el hecho de que se declarara a Bolivia como Estado plurinacional, todo eso está ahora en retroceso. Y conste que lo indígena allá no es algo uniforme. Ahí hay pueblos muy diferentes. Cuando se intentó la secesión (Media Luna), seis naciones indígenas se unieron al declararse autónomos.  La minoría que se cree blanca pretende retroceder en todo eso.

 

-MAPP: El gobierno de Morales terminaba en enero de 2020. Eso hace más flagrante el golpe de Estado. La línea de sucesión estaba clara. Debió quedar en la presidencia de la República la presidenta del Senado. Pero se autoproclamó una senadora primero como presidenta del senado y luego  como presidenta del país.

 

-LBG: estamos en tiempo de autoproclamados. Las señoritas que han soñado con ser Miss Universo o Miss Mundo, pueden autoproclamarse sin necesidad de someterse a un jurado. Tantos individuos que aspiran a premios de ciencia, pueden otorgárselos a sí mismos. Sería cómico de no ser tan trágico. Ahora, debo decir que la renuncia de Evo Morales fue un error porque dejó un vacío de poder y ante eso la derecha puede inventar lo que sea. Es legítimo que haya renunciado porque todos tienen derecho a preservar su vida, pero creo que fue un error. Está claro que la renuncia no tiene validez porque en todos los derechos del mundo, el consentimiento obtenido por la fuerza no es válido. Si un secuestrador te obliga a entregarle todas tus propiedades, ese documento no es legal.  Pero esos son los procedimientos de la derecha. Luego de predicar tanta democracia, la cosa es a punta de pistola, de violencia, de persecución y de desprecio a los pobres.

 

-MAPP: La lógica de esa clase social es supremacista blanca. Pretenden actuar como Trump, pero en un país indígena como Bolivia.

 

-LBG: Lamentablemente tanto en América Latina como en todo el mundo hay brotes de racismo.

 

-MPP: También se usa el elemento religioso porque los golpistas entran con la Biblia al palacio Quemado y dicen que con ellos entró Cristo.

 

-LBG: La única vez que Cristo entró a un palacio fue al de Poncio Pilatos, de donde salió condenado rumbo a la cruz. Antes había entrado al templo a sacar a latigazos a los mercaderes. Eso es lo que tiene planteado hacer la derecha: la crucifixión del pueblo boliviano y de toda América Latina. Estamos ante la amenaza de un escenario apocalíptico.

 

-MPP: Nada parece bastar. Asumo tus palabras, es un escenario apocalíptico donde no se están respetando las normas mínimas. Almagro validó el golpe de Estado y, en tono burlón, dijo que fue culpa de Evo.

 

-LBG: La OEA ha hecho ese mismo papel toda la vida. Así lo hizo en 2002 con el golpe contra Hugo Chávez Frías. Una organización social colombiana, la Minga, le pidió que averiguara qué estaba pasando y la OEA lo que hizo fue enviarle una carta al presidente golpista, tratándolo de excelentísimo señor.  Por fortuna ya el pueblo se había dejado de tonterías. El pueblo no cree en la OEA y no debe creer en nada de eso, ni en el FMI ni en Banco Mundial. Darle beligerancia a la OEA fue un error porque las elecciones es un asunto interno de los bolivianos.  La propia carta de la OEA rechaza la injerencia en los asuntos internos. Ahora, esa misma OEA está legitimando una oleada de crímenes a través de una cacería humana.

 

-MAPP: Evo renuncia con un fusil en la cabeza para que no haya un baño de sangre, pero después de eso vino el baño de sangre. A esta hora hay asesinados y desaparecidos. La policía y el Ejército estaban vendidos al plan que, por cierto, surge de la visita de la hija de Donald Trump hace unos meses que incluyó aviones repletos de plata y de armas.

 

-LBG: Mucha gente pensará que el pueblo boliviano es sumiso y obtuso. En mis visitas a ese país he visto lo contrario: es un pueblo activo, participativo, organizado en millares de grupos sociales. Mineros, confederaciones de trabajadores, movimientos feministas. Una vez estuve en Cochabamba y había una plaza en la que todo el día estaba la gente discutiendo. En el Tahuantisuyo vi batallones de indígenas debatiendo sus asuntos. Allí una señora me dijo que los españoles habían llegado hasta esas alturas creyendo que las calles estaban pavimentadas de oro, que se lo robaron todo, pero que no les sirvió de nada porque se lo dejaron quitar. Era una señora viejita y tal vez ni siquiera estaba alfabetizada, pero demostraba una gran sabiduría. En fin, no es un pueblo sumiso e ignorante. Y ahora esa dictadura se ha declarado como lo que es: una maquinaria de exterminio de ese pueblo.

 

-MAPP: Trump, la Unión Europea, Bolsonaro y Duque apoyaron el golpe. Pero otros países se pronuncian claramente en contra, entre ellos Rusia y China que están en una reunión de los BRICS, precisamente en Brasil. Los medios que tanto atacan a Venezuela, ahora callan el tema Bolivia o arman matrices de opinión a favor de la dictadura.

 

-LBG: Los gobiernos de Evo y el MAS dieron la más absoluta libertad de expresión. En mis visitas allá comprobé que había pocos medios públicos y muchos medios privados que estaban permanentemente agrediendo al proceso de cambio. Bolivia es un caso de estudio, pero también Venezuela porque ha resistido una cantidad impresionante de ataques en todos los niveles. La enciclopedia de los recursos ilegítimos de atacar a un pueblo y un gobierno la han agotado y han tenido que crear nuevas categorías. Ha habido hasta ataques a la salud del pueblo, confiscación de medicamentos que han causado la muerte de niños. Se han superado cosas que hubiesen acabado con cualquier gobierno. Seguimos vivitos y coleando y culpables de todo lo que pasa en otros países. En todos los planos se debe establecer una contraofensiva para defenderse. Venezuela lo ha hecho eso exitosamente en varios niveles, en otros no.  No se pueden torear los problemas haciendo concesiones ni carantoñas al adversario. El Che decía que con el imperialismo ni un tantito así porque esos tantitos se vuelven boquetes por los cuales se destruye todo lo logrado. Por ejemplo, en el panorama latinoamericano hay que tomar en cuenta las confesiones protestantes. En Brasil, con 20% de la población cristiana que no es católica lograron el triunfo electoral. Vemos también movimientos étnicos que apoyaron el golpe contra Correa y luego pactaron con el traidor Lenin Moreno para aplacar las protestas. En Venezuela una guardia territorial pemona actuó en contra de la GNB para obstaculizar su trabajo en la frontera con  aquel asunto de la ayuda humanitaria.

 

-MAPP: ¿Qué nos enseña a Venezuela el caso de Bolivia?

 

-LBG: El elemento central de los progresistas es el respaldo popular. Eso se logró en Bolivia y se ha logrado en Venezuela a pesar de la terrible agresión económica que estamos sufriendo. El otro elemento es la unión cívico militar. En Venezuela hay amplitud en la posibilidad de entrar al Ejército, y es por eso que la FANB en esencia respalda al proceso progresista. Además ha creado cuerpos adjuntos como la Reserva y la Milicia. Eso impone cierto respeto. Evo aparentemente está con un ejército de derecha y una policía de ultraderecha. Un gobierno progresista que no tenga sus cuerpos armados está en serios problemas. Otro factor es el de los medios de comunicación. En Venezuela se han logrado avances ante la dictadura mediática del capital privado. De todos modos es una tarea delicada que exige un manejo cauteloso y dinámico. No hemos podido controlar la agresión del sector privado contra la economía.

 

-MAPP: Lo dijo Alberto Fernández en entrevista con Rafael Correa: en Latinoamérica los políticos ganan el gobierno pero no el poder porque sigue en manos de los sectores económicos poderosos.

 

-LBG: En mi película sobre Cipriano Castro hay una escena en la que el escritor Manuel Vicente Romero-García, quien llega comandando tropas a Caracas a finales del siglo XIX, ve que le salen con una banderita blanca. Alguien le pregunta qué pasó y él responde que habían ganado el gobierno, pero habían perdido el poder. Debemos tener claro que es necesario prepararse para la defensa y para sobrevivir. El enemigo tiene la obsesión de cortarnos la garganta y tenemos que dormir con un ojo abierto o mejor aún con los dos.

 

-MAPP: En Bolivia amenazaron con quemarle la biblioteca al vicepresidente Álvaro García Linera, que es uno de los más importantes filósofos de Latinoamérica.

 

-LBG: Él es un pensador de primer orden. Lo conozco personalmente y dimos juntos unas conferencias en Grecia. Pero estamos viviendo como en la novela Fahrenheit 451. Hay que quemar a los libros y a sus dueños si es posible. Vivimos un tiempo sombrío, pero al mismo tiempo de esperanza. Un país como Bolivia, donde se ha tenido todo este tiempo de avance de las organizaciones sociales no se va a quedar tranquilo gobernado por esta señora. Es un país que discute, que debate, que se moviliza.

 

(LaIguana.TV)