De acuerdo con la columna de la periodista María Jimena Duzán, en la revista Semana, Aída Merlano, la excongresista colombiana prófuga de la justicia, habría llegado a los exclusivos círculos barranquilleros «al mezclar el poder y el sexo”, en referencia a la relación de Merlano con los Char y los Gerlein.
No es la primera vez que la periodista denuncia los “hilos del poder” que manejarían esas poderosas familias en la capital del Atlántico. Y esta vez, en su columna aprovecha para referirse al tema, a propósito de la fuga que esta semana protagonizó la exsenadora condenada a 15 años de prisión por compra de votos.
Afirma Duzán que aunque no conoce a Aída Merlano, sus fuentes en Barranquilla le han hecho saber que “se trata de una mujer ambiciosa de extracción humilde y de armas tomar, que logró ascender a los círculos más exclusivos del curubito barranquillero gracias a que supo mezclar el poder y el sexo, dos afrodisiacos que ella, al parecer, pensaba que los manejaba con inteligencia”.
La columnista dice que la hoy fugitiva “primero se metió al rancho de la familia Gerlein y los sedujo”. Allí, continúa, aprovechó “que este clan era el dueño de los contratos en Barranquilla” para hacer su carrera política.
Pero luego, recuerda Duzán, Merlano “decidió meterse con la casa Char” mediante una alianza en las pasadas elecciones al Senado y así “pasó por alto la agria disputa que la casa Gerlein mantenía con los Char desde que estos últimos les quitaron muchos de los contratos de la ciudad de Barranquilla”.
La periodista afirma que la excongresista fue condenada por la justicia “como si ella fuera la única política corrupta en Barranquilla” y enfatiza en que su anuncio desde prisión, “de contar la verdad sobre cómo es el trasiego de votos en la casa Char”, puso muy “nervioso al clan”.
A esto último se suma, añade la periodista, la decisión de David Char [miembro de la misma familia] de “contarle a la JEP cuáles fueron las relaciones que los Char tuvieron con los paramilitares (…) en su meteórico ascenso al poder hace más de 12 años”.
En su artículo de opinión, Duzán asevera que la fuga de Merlano Rebolledo el pasado 1 de octubre fue “hecha para que todos la viéramos”, y se pregunta si en este escape pudieron ayudar los Char o los Gerlein “para que [Merlano] no hablara”.
(Pulzo)
