¿Por qué hay estallidos populares en Chile y Ecuador y no ocurre lo mismo en Venezuela, sancionada y bloqueada? La pregunta revienta al G-4 (VP, PJ, AD y UNT)  y a sus jefes: Estados Unidos, la Unión Europea y  los perritos alfombrados de la OEA. Intentaremos, con el fin de ayudarlos,  algunas respuestas.

 

1. El estallido social en Chile, como el Caracazo de 1989, no fue planeado en Washington, Miami o Madrid. Sus condiciones  nacen de la realidad de ese país. No son fruto de la paja mental de expresidentes latinoamericanos y españoles, ni de ningún club o cartel limeño o madrileño. Brotó en las comunas, fábricas, liceos, universidades, campos y serranías.

2. Aquellos movimientos no son financiados por la USAID, esa mampara imperial que viene fracasando en Venezuela desde el golpe contra el comandante Hugo Chávez Frías. Tampoco con los euros que aprueba la UE para desestabilizar a un gobierno constitucional y derrocar a su Presidente. Lo de Chile y Ecuador no son guarimbas tarifadas. Tanto pagas, tanto quemo.

3. ¿A dónde pueden conducir estas acciones criminales y violentas que se consumen en sí mismas? Los mercenarios cobran. El lumpen también. Igual choros y malandros. ¿Se puede construir el éxito con estos grupos o individuos? Chile y Ecuador dicen que no.

4. Lo de la burundanga es una anécdota macabra, pero anécdota al fin. El coñazo que un malandro le clavó al diputado Olivares por no cancelarle las acciones criminales del día, no lo es. Ese certero puñetazo explica el fracaso de una acción como lo fue la introducción de la llamada “ayuda humanitaria” desde Colombia. Este fallido pretexto para una invasión militar tuvo la participación de Estados Unidos, Colombia, el Cartel de Lima, la OEA, artistas internacionales in situ, la presencia  en el “campo de batalla” de tres  tristes presidentes (Duque, Abdo y Piñera), además de paracos (Los Rastrojos)  y malandros a los que quisieron malandrear y no pagarles. Fracasaron. 

 
5. En próximo artículo completaré por qué hay estallidos en aquellos países y paz en nuestra patria. Por ahora, dejo esta ecuación: mientras en Venezuela el neoliberalismo pretende derrocar desde afuera a un gobierno revolucionario, en Chile y Ecuador los pueblos luchan desde adentro para derrotar al neoliberalismo.

 

(Por Earle Herrera)