Bassel Saad, futbolista de las ligas recreativas de Estados Unidos, fue condenado a ocho años de prisión por matar al árbitro John Bieniewicz durante un partido en el Parque Livonia, Michigan, el año pasado.
Saad, de 37 años, se declaró culpable de asesinato involuntario al admitir que golpeó al juez. Bieniewicz, de 44 años, se aprestaba a cobrar un penal y a expulsar a Saad. Falleció dos días después.
La viuda del árbitro que expuso una tarjeta roja durante la sentencia y se mostró decepcionada con la condena. “Fue un asesinato. Para mí siempre será un asesinato”, le dijo al juez la mujer, madre de dos niños.
Saad podría salir en libertad bajo palabra después de ocho años. El juez Thomas Cameron dijo que la muerte de Bieniewicz fue producto de “una acción infantil, absurda” y que Saad simboliza para muchos el nivel de violencia que hay en el deporte.
(Diario Uno)
