Si hace unos años fue el pecho de Janet Jackson lo que escandalizó a buena parte de la sociedad estadounidense durante el descanso se la Super Bowl, este año ha sido «el show pornográfico» de JLo y Shakira lo que le puede costar a la NFL 800 billones de euros. Aunque será difícil que la demanda prospere, un activista cristiano, Dave Daubenmire, ha iniciado el camino para presentar una demanda multimillonaria por el espectáculo de ambas artistas en el descanso de la Super Bowl.

 

Dave Daubenmire, exentrenador de fútbol en un instituto de Ohio y en la actualidad locutor en una radio online, aseguró en su programa que el show de la Super Bowl fue «un ejemplo de discriminación cristiana, más propio de un club de striptease que de un partido de fútbol». Un show que, según este activista cristiano, puso su alma «en peligro de fuego infernal».

 

En un video difundido en las redes sociales y que ya acumula miles de visualizaciones, Daubenmire ha anunciado que va a demandar a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y a Pepsi, patrocinador del evento, por 800 billones de euros por «complacer a la pornografía».

 

«¿Hubo alguna advertencia de que su hijo de 12 años, cuyas hormonas recién comienzan a funcionar, podría tener una excitación sexual?», se preguntó el activista cristiano. «Estoy buscando un abogado para realizar una demanda colectiva contra Pepsi y la NFL por complacer a la pornografía. Tal vez esa no sea la acusación correcta, no soy un abogado. Pero lo que vimos ayer fue una actuación del club de striptease en el medio tiempo en el Super Bowl», aseguró.

 

Y esa es la razón que Daubenmire esgrime para presentar la demanda, que NFL no advirtió previamente del contenido del espectáculo, aunque él tampoco dejó de verlo. «Sí, la corte podría decir que ‘eso no se aplica aquí porque el derecho a producir pornografía no anula su derecho a no verla’. Bueno, pero no me dijeron que lo vería. Acaban de meterla a mi sala de estar«, sentenció.

 

Shakira y Jennifer López aprovecharon como nadie sus 14 minutos de gloria en la Super Bowl para ondear la bandera de la causa latina en Estados Unidos. Su espectáculo del descanso de la Super Bowl LIV celebrada en Miami fue un despliegue mareante de sensualidad, adrenalina y orgullo hispano.

 

La química de las dos reinas latinas recibió la aprobación de las redes sociales de inmediato y varios medios estadounidenses se apresuraron a abrir el debate: ¿Es este uno de los mejores Halftime Shows de todos los tiempos?

 

(El Mundo)

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