Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación e Información, reveló este sábado detalles de la extensa red de corrupción con epicentro en Alejandro Betancourt López y que aterriza en Juan Guaidó, dirigente del partido Voluntad Popular y líder incidental de la oposición extremista venezolana.
Betancourt López es un oscuro personaje que obtuvo contratos mil millonarios para la adquisición de plantas termoeléctricas a través de su relación con el entonces ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez –a quien Rodríguez tildó de ladrón–, a finales de la década pasada.
Sin embargo, lejos de pretender procurarse exclusivamente un jugoso contrato con el Estado, Betancourt López se apoyó en el bufete de la abogada y dirigente de Voluntad Popular, Tamara Adrián, para que certificara la legalidad de las operaciones, así como la procedencia del dinero.
La relación entre Adrián y Betancourt López se hizo pública a partir de un reportaje aparecido la semana pasada en diario Miami Herald y la dirigente se apresuró a aclarar que ella solo habría ofrecido consultas a unos clientes que pretendían realizar operaciones en divisas con la estatal petrolera Pdvsa. Pero hay evidencias que muestran que su participación excede con creces la de una simple consultora.
Sobre el punto, Rodríguez dijo: “Con ese papel de ese bufete de la señora Tamara Adrián, diputada de Voluntad Popular, se iba Alejandro Betancourt López y compraba edificios, fábricas, aras, industrias, residencias lujosísimas en el estado de Florida y en España. Solo que el Departamento de Justicia del gobierno norteamericano inicia una investigación porque creían, equivocadamente, que el señor Alejandro Betancourt era chavista. No era chavista. Es el principal financista de Voluntad Popular”.
Durante el año 2017, medios locales como El Pitazo, bajo la premisa de que Betancout López era un funcionario corrupto del gobierno chavista, publicaron acusaciones en su contra, como por ejemplo que se hizo acreedor de 12 de los 14 grandes contratos que se otorgaron en el sector eléctrico durante 2012. Lo que no dijeron es que quien avaló esos contratos fue el bufete de la diputada Tamara Adrián, indicó el ministro.
Adicionalmente, el alto funcionario compartió sendos videos de la periodista opositora radicada en Miami, Patricia Poleo, en los que se destacan tanto el silencio informativo que ronda en los medios en torno a los vínculos entre Voluntad Popular y Alejandro Betancourt López, así como las acusaciones que le hiciera Luis Florido de manejar “un laboratorio de guerra sucia” en contra de su partido y de Juan Guaidó.
“¿Quién, además, se atreve a decir que Tamara Adrián y Luis Florido no son del entorno más cercano de Juan Guaidó? ¿Quién se atreve a decirme eso? (…) Todo el mundo sabe que Tamara Adrián le responde directamente a Luis Florido. Pero es que además, lo que me cuentan hoy fuentes de Voluntad Popular, es que la señora Tamara Adrián es una especie de tesorera del grupito que encabeza Luis Florido, se encarga de lavar dinero malhabido. ¿Cuál es el interés de que periodistas como yo, de que plataformas como Factores de Poder no digamos esto? ¿De quién es el interés? ¿Quién está moviendo los hilos para que estas cosas no se sepan?”, dijo Poleo en su programa.
Del mismo modo, la comunicadora increpó a Guaidó por no salir al paso a las acusaciones que vinculan a su padre con Betancourt López: “¿Por qué Juan Guaidó no le sale al paso a esas informaciones, a la información de CNN acerca de la reunión de su padre con uno de los corruptos más emblemáticos de Venezuela?”, fustigó.
Para Jorge Rodríguez, el hilo conductor entre todos estos eventos está muy claro: “¿Por qué escoge Alejandro Betancourt López el bufete de Tamara Adrián? No solamente para hacerse multimillonario, sino porque es el dinero para financiar a Voluntad Popular, como lo ha financiado a lo largo de estos años. Y ahora es el financista directo de Juan Guaidó”. De allí que prefiera callar.
Las declaraciones de Poleo las puede apreciar desde el minuto 31 del presente video.
(LaIguana.TV)
