Jesús Enrique Orozco Romero, un venezolano de origen barquisimetano, falleció en Valencia, España después de haber presentado un cuadro con fiebre y síntomas parecidos a los cuadros de COVID-19. Su hijo Gabriel Orozco denunció que su padre murió por negligencia, porque llamaron varias veces al servicio de emergencia para reportar el caso y nunca los atendieron.

 

Gabriel Orozco quien se encontraba visitando a su padre, pues reside en Gran Bretaña, señaló que su padre de 65, residía en Valencia desde hacía 30 años, su progenitor al sentir los malestares como fiebre, llamó el pasado 15 de marzo al servicio de paramédicos, le dijeron que lo irían a chequear en un período de 48 horas, pero los galenos nunca llegaron a su casa.

 

Luego se comunicaron con la policía local a través de un número de emergencias, y tras confirmar que efectivamente presentaba un cuadro de contagio por COVID-19 le recetaron paracetamol.

 

Al empeorar la situación de su padre, su hijo decidió llevarlo a un servicio privado, pero el paciente no aguantó y falleció en dicho servicio.

 

Orozco afectado por esta situación declaró a medios locales: «Lo de mi padre es una negligencia y el claro ejemplo de que el sistema no tiene capacidad de respuesta», pues en una ocasión llamó a un centro de salud donde le respondieron que no llevara a su padre sino que llamara al número de teléfono dispuesto para casos de coronavirus, el cual nunca cayó. «Han dejado morir a mi padre como un perro», lamentó.

 

Para más penas, luego de esperar por más de cuatro horas para que levantarán el cadáver de su padre, hubo que trasladarlo por su cuenta a un hospital para que les dieran la ceritificación de defunción, acompañados por la policía local.

 

Su hijo y parientes de la víctima permanecen ahora en estado de cuarentena dentro de la localidad valenciana.

(Aporrea)