“Creo que otra forma de atender las recomendaciones de distanciamiento social es no echarse gases cerca de otras personas”, asegura el doctor Norman Swan.

 

El médico dijo en un programa online en vivo, citado por el New York Post, que en una flatulencia salen partículas de materia fecal y que, si una persona está infectada con COVID-19, existe la posibilidad de contagiar a otra.

 

Eso sí, el galeno explica que estos efectos contagiosos se disminuyen casi al mínimo con el uso de ropa interior y pantalones, vestidos, pantalonetas, ‘shorts’ o faldas y enfatiza, medio en broma, en que no se deben expulsar flatulencias delante de otra gente si está desnudo.

 

“Por fortuna, los médicos usamos mascarillas para atender a los pacientes que se echen gases”, bromea el galeno, según el medio.

 

Y en un tono más serio, Swan dijo que los estudios avalan la teoría de que, por ejemplo, cuando se descarga el inodoro, quedan flotando partículas de heces en el ambiente, que a veces han sido causantes de contagiar a otros de diferentes enfermedades, y el coronavirus no sería una excepción.

 

Otro médico citado por el ‘Post’, el doctor Andy Tagg, que atiende una unidad de urgencias en Australia, dio un tajante “sí” a esa posibilidad, al tiempo que explicó que las flatulencias se comportan como cualquier aerosol, ya que los científicos han comprobado que el coronavirus está presente en las heces de las personas infectadas.

 

Por ello, este médico recomienda no tener contacto oral con materia fecal ni siquiera durante las relaciones sexuales.

 

En cuanto a las flatulencias y su capacidad de contagiar con COVID-19, el galeno australiano lamentó no contar con más estudios a este respecto para reafirmarse en su teoría.

 

(Pulzo)