Luego de la captura de un grupo de mercenarios que pretendían atacar la soberanía de Venezuela, han salido al aire las diferentes confesiones de los implicados: todos ellos coinciden en el plan armado cuyo objetivo final era llevarse a Maduro a EE.UU., presuntamente para asesinarlo.
Este jueves 7 de mayo, el ministro Jorge Rodríguez presentó la confesión grabada de uno de los mercenarios estadounidenses capturados, Airan Berry, quien reafirmó lo antes explicado por Luke Denman, su compañero gringo que también venía en la incursión y que está en manos de las autoridades.
La confesión de Berry se suma a la del otro mercenario estadounidense, Luke Denman, quien afirmó que su misión era concretar el secuestro de Maduro y sacarlo de Venezuela con destino a Estados Unidos.
Berry acotó que para lograr el secuestro de Maduro debían controlar «el Dgcim, el Sebim, Miraflores y la torre de control del aeropuerto».
Cuando le preguntan sobre ¿cuál habría sido su objetivo en la base aérea de La Carlota? dijo: «En la base aérea de La Carlota sería asegurar la pista de aterrizaje».
«Lo que sé es que Luke y yo teníamos que llegar al aeropuerto para traer otros aviones», añadió.
Las confesiones de Berry y Denman, los dos mercenarios estadounidenses contratados por SilverCorp, empresa paramilitar que negoció «la liberación de Venezuela» por más de 200 millones de dólares, también se fundamenta con la confesión hecha por Juan José Rendón al canal CNN.
En esa entrevista, Rendón, quien aparece firmando el contrato con SilverCorp, junto a Juan Guaidó, Sergio Vergara, Manuel Retutera y Jordan Goudreau, admite que sí trabajaron en ese plan sedicioso y que el objetivo era «capturar» a funcionarios del Gobierno que estuvieran acusados por el régimen estadounidense, lo que se vincula a la reciente publicación del Departamento de Justicia de ese país, que colocó precio (recompensa) a buena parte de representantes del Gobierno Nacional, entre ellos el presidente Maduro, por una suma de 15 millones de dólares.
(LaIguana.TV)
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