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La tensión que presume será la próxima Cumbre de las Américas no es tal por las divergencias que algunos medios suponen entre EE.UU. y Venezuela, sino más bien por las diferencias entre un decaído imperio y una Región cada vez más unida, como es la América Latina (AL).

 

Mucho se vaticina a pocos días del encuentro de Internaciones, no obstante para muchos está claro: será la Cumbre de las Américas una oportunidad de acercamiento por parte de EE.UU. con respecto a una Región de la que ha quedado casi aislado.

 

En el mes de febrero, el filósofo y lingüista estadounidense Noam Chomsky, ofreció en una conferencia dictada en el Foro Internacional de Emancipación e Igualdad celebrado en Buenos Aires, el siguiente análisis:

 

“El aislamiento de EE.UU. todavía queda más marcado por la formación de nuevos agrupamientos regionales en América Latina”, se refería Chomsky a la conformación de la Unasur, el Alba, la Celac y Petrocaribe.

 

¿Podrá Barack Obama evadir un tema neurálgico como la injerencia unilateral sobre Venezuela, cuando todo el Bloque de la región en AL lo tiene como una de sus prioridades? ¿Quién dispone la Agenda en este encuentro?

 

Mire lo que sucedió en la sexta Cumbre de las Américas, celebrada en Cartagena, Colombia, en 2012:

 

“El resultado de la cumbre de Cartagena está bien resumido en un titular de un diario jamaiquino, que dice ‘la cumbre demuestra cuánto ha decaído la influencia yankee’”, hizo énfasis Noam Chomsky.

 

Para el reconocido lingüista, el acercamiento de los EE.UU. con Cuba este año, no es más un paso adelante para estar menos aislado. El “orden mundial” ha cambiado; y a EE.UU. no le conviene el aislamiento de su vecino: América Latina.

 

(LaIguana.TV)