Grupos de libertades civiles de EE.UU. presentan una demanda contra Donald Trump por el uso de la fuerza para reprimir las protestas tras el asesinato de Floyd.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y el movimiento Black Lives Matter acusaron el jueves al presidente estadounidense y su Administración de autorizar un “ataque no provocado y francamente criminal” contra los manifestantes pacíficos en las inmediaciones de la Casa Blanca para permitir que el magnate neoyorquino pudiera hacerse una fotografía con una Biblia frente a una iglesia, según ha informado este viernes el periódico local The Washington Post.

En la demanda federal interpuesta contra Trump, el fiscal general, William Barr, y otros funcionarios federales, los grupos denuncian el uso, por parte de la Policía y militares a caballo, de porras, escudos y equipos antidisturbios, como gas pimienta, botes de humo y balas de goma y plástico, en violación de “los derechos constitucionales de los manifestantes, en su gran mayoría pacíficos, y las libertades de expresión y reunión 30 minutos antes de que el toque de queda en toda la ciudad entrara en vigor el lunes”.

Los grupos de derechos civiles imputan a Trump y sus funcionarios el “participar en una conspiración ilegal” para violar los derechos constitucionales de los manifestantes pacíficos.

“El ataque descarado, inconstitucional, no provocado y francamente criminal del presidente contra los manifestantes, porque no estaba de acuerdo con sus opiniones, hace temblar los cimientos de nuestro orden constitucional”, ha declarado Scott Michelman, director jurídico de la ACLU en Washington D.C. (capital estadounidense), citado por el medio.

La demandante principal por parte del movimiento Black Lives Matter, April Goggans, se dirigió al mandatario y su Gobierno y declaró que las manifestaciones “no serán silenciadas por el gas lacrimógeno y las balas de goma”.

“Lo que pasó con nuestros miembros la tarde del lunes, aquí en la capital, fue una afrenta a todos nuestros derechos”, apuntó.

Estos últimos días, el país norteamericano es testigo de protestas a nivel nacional para pedir justicia por George Floyd, un afroamericano que murió el pasado 25 de mayo asfixiado a manos de un policía blanco que lo inmovilizó contra el suelo en la ciudad de Mineápolis, en el estado de Minesota.

El presidente norteamericano ha pedido mano dura contra los manifestantes, a los que ha tachado de “matones”, y ha prometido recurrir al Ejército para reprimir a los indignados.

Según un conteo realizado por el diario The Associated Press, en todo EE.UU., más de 10 000 personas han sido detenidas durante las protestas por el asesinato de Floyd. Al menos 11 personas han perdido la vida por la brutal represión policial contra los manifestantes y cientos han resultado heridas por las balas de goma y los gases lacrimógenos empleados por la Policía. 

(HispanTV)