Una familiar de la adolescente de 16 años que planificó el asesinato de su abuela en Caracas, aportó nuevos datos de este cruel homicidio.

El pasado miércoles 24 de junio se conoció que el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvo a una adolescente de 16 años en a parroquia El Recreo por el asesinato de su abuela con el propósito de quedarse con la casa. El novio y cómplice de la joven también fue detenido.

Sin embargo, una familiar que prefirió permanecer en el anonimato, contó a medios locales que la víctima, María Mayo Toledo (64), vivía en una casa alquilada y que su nieta lo sabía; por eso, la familia descarta que quedarse con el inmueble sea el verdadero motivo del crimen.

Una juventud rota

Cuando la joven cumplió 13 años, sus padres se divorciaron y la niña cambió su comportamiento,  «se volvió mentirosa y conflictiva», indica la fuente.

Desde niña presenció violencia doméstica y vio los maltratos que su papá propinó a su mamá. La familiar anónima señaló que nieta y abuela habían sido muy unidas. «Desde que era una bebé ellas eran muy cercanas, era su única nieta, hija de su único hijo. María le celebró todos sus cumpleaños. Se llevaron bien hasta que sus padres se separaron, porque ella vio cómo su papá maltrataba a su mamá. Luego del divorcio, ella se fue a vivir con su abuela y nunca fue la misma», dijo.

Sus parientes revelaron que a los 14 años realizó vídeos pornográficos que distribuyó en sus redes sociales y tenía muchos problemas de conducta en el liceo. También contaron que denunció en falso testimonio a la nueva pareja de su madre por abuso sexual ante el Cicpc, quienes desmintieron su acusación. Luego denunció a su madre por maltrato al arañarle la cara ante a policía, quienes también desmintieron su acusación.

Finalmente, su madre botó de su casa y la joven se fue a vivir con su abuela paterna, con quien aparentemente compartía un fuerte lazo afectivo. Sin embargo, dos semanas antes del crimen, Mayo se comunicó con su exnuera en busca de ayuda por el violento comportamiento de la adolescente, que no paraba de gritarle. Su hijo emigró a España después del divorcio al obtener la nacionalidad.

Las señales no fueron interpretadas hasta que la joven de piel tostada, 1,60 m de estatura y tres meses de embarazo, planificó el crimen de su abuela. Su novio la estranguló, la golpearon en la cabeza y junto a un tercer cómplice dejaron su cuerpo sin vida en un basurero.

(LaIguana.TV)