Durante la reunión virtual del XX Consejo Político y X Consejo de Complementación Económica de la Alianza Bolivariana de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), la delegación venezolana, encabezada por el canciller Jorge Arreaza y el Vicepresidente Económico, Tareck El Aissami, propuso crear un fondo humanitario para atender los efectos económicos de la pandemia de Covid-19 sobre los pueblos que forman parte del mecanismo de integración.

«Nosotros decimos desde Venezuela: tenemos que avanzar y caminar hacia (…) una nueva geografía económica, más inclusiva y sostenible, con una renovación de todos los mecanismos de cooperación bilateral y regional; una integración, además, que dependa menos del exterior», señaló El Aissami.

La propuesta de Venezuela se asienta en relanzar dos mecanismos: por un lado, Petrocaribe; por otro, el Banco del ALBA.

En el primer caso, el también ministro de Petróleo destacó que en esta nueva etapa, imperaba aprovechar estratégicamente las capacidades de las que disponen los Estados miembros, como empresas mixtas, refinerías y plantas de almacenamiento, con el propósito de avanzar no solamente hacia la construcción de un modelo económico productivo sino de la indispensable soberanía energética.

En relación con el Banco del ALBA, el funcionario explicó que «va a permitir un nuevo sistema financiero regional, con nuevos mecanismos de compensación, financiamiento, acompañamiento técnico, en todos los países de la región», bajo un enfoque enteramente novedoso.

De este modo, la reactivación de estos dos mecanismos –a los que catalogó como «dos brazos de lo que pudiésemos denominar el cuerpo vigoroso, poderoso, del ALBA»–, permitirá «enfrentar y superar el momento económico que atraviesan nuestros países, producto de la pandemia de Covid-19».

El Aissami informó que la propuesta que hoy se sometió a consideración, fue trabajada y compartida entre los ministros y ministras que forman parte del gabinete económico y recoge las experiencias de meses de trabajo.

El propósito, detalló, es «avanzar hacia los nuevos sistemas de protección, producción; identificar las potencialidades de cada país, en función de una integración económica regional, donde le demos prioridad a la complementariedad, produciendo cada país lo que le resulte más competitivo; intercambiar bienes y servicios con otros mecanismos de compensación alternativos a la banca occidental, hegemónica y especulativa».

(LaIguana.TV)