El vicepresidente sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, confirmó este jueves la muerte de ocho pacientes positivos por COVID-19 en las últimas 24 horas en el país.

En un contacto telefónico concedido a Venezolana de Televisión, detalló que entre los decesos se encuentra el del cónsul venezolano en Boa Vista (Brasil), Faustino Torella, de 57 años de edad, quien se contagió en la nación brasileña y no recibió mayor atención en dicho país.

De acuerdo con Rodríguez, Torella llegó contagiado a Venezuela en el mes de junio e inmediatamente fue ingresado a un hospital centinela en Santa Elena de Uairen. Estuvo internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con asistencia mecánica; si bien presentó una buena respuesta al tratamiento, ya tenía un daño grave en sus pulmones, además de una infección bacteriana que le causaron un paro cardiorespiratorio.

Otro de los fallecimientos corresponde un hombre de 63 años del municipio Rosario de Perijá, quien se desempeñaba como transportista de traslado de mercancía en la frontera  con Colombia hasta Maracaibo, y padecía de diabetes y obesidad. El 14 de julio inició síntomas y acudió el 21 de julio a un hospital centinela con una neumonía bilateral. Tuvo una mala evolución de su condición de salud, con una insuficiencia respiratoria grave, por lo que fue ingresado a cuidados intensivos donde murió en horas de la tarde del 4 de agosto.

El tercer caso es una mujer de 41 años del Casco Central de Maracaibo, quien frecuentaba el Mercado de Las Pulgas para hacer compras. Presentó síntomas el 10 de julio e ingresó a un hospital centinela el 14 de julio. No obstante, evolucionó desfavorablemente, por lo que fue trasladada a UCI, allí sufrió un paro cardiorespiratorio.

El cuarto fallecido es un hombre de 54 años del estado Táchira, quien era comerciante y estuvo en contacto con venezolanos que ingresaron de Colombia a través de pasos ilegales (trochas). El 24 de julio presentó tos, fiebre y dolor muscular, y fue ingresado con malas condiciones generales a un centro centinela el 1° de agosto. Aunque recibió el tratamiento, presentó dificultad respiratoria muy severa que le causó la muerte este miércoles.

El quinto caso es una mujer de 65 años de la parroquia San Agustín del municipio Libertador del Distrito Capital, quien sufría de hipertensión y diabetes. Inició síntomas con tos seca, falta de aire y fiebre, por lo que el 23 de julio fue internada en un centro centinela con neumonía bilateral e insuficiencia respiratoria leve. Tuvo una mala evolución, que la llevó a ser traslada a UCI, pero falleció en horas de la madrugada del 4 de agosto.

El sexto deceso corresponde un comerciante de 36 años del municipio Tovar del estado Mérida, el cual viajaba a Cúcuta dos veces por semana. El 18 de julio inició síntomas, fue a una clínica privada, donde se le diagnosticó una gripe común. Al no ver mejoría, el 25 de julio acudió a un hospital con dificultad respiratoria, debilidad y diarrea y fue referido a centro centinela. Pasó a cuidados intensivos pero sufrió un paro cardiorespiratorio.

El séptimo deceso es un hombre de 37 años del municipio Alberto Adriani del estado Mérida, quien era conductor de transporte pesado y sufría de obesidad extrema. Presentó síntomas la primera semana de julio, por lo que fue ingresado en hospital centinela, en muy malas condiciones generales. No tuvo mejoría y falleció el día martes 4 de agosto.

Finalmente, el octavo caso se trata de un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de 37 años del estado Lara, quien estuvo en contacto con compañeros de trabajo que dieron positivo por COVID-19 en el estado Zulia, además también padecía de obesidad e hipertensión. El 10 de julio inició síntomas e ingresó a un centro privado con insuficiencia respiratoria severa y neumonía bilateral. Fue trasladado a un CDI en terapia intensiva. Aunque tuvo una leve mejoría, el 4 de agosto tuvo una recaída abrupta y un deterioro rápido que lo llevó a la muerte.

(LaIguana.TV)