El filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela se refirió a los delitos que se le acusa al  rey emérito, Juan Carlos I, quien se fugó a Emiratos Árabes Unidos, después que la justicia española de ese país iniciara una investigación en su contra por fraude fiscal y lavado de capitales.

Durante la presentación de su programa Desde Donde Sea  que se transmite a través de las redes sociales el comunicador comentó sobre el tratamiento que las grandes corporaciones  de la comunicación  y el sector político le brindan a ciertos personajes como Juan Carlos de Borbón y también a Álvaro Uribe Vélez.

“Ayer vimos que de Uribe tampoco se dijo nada malo en la prensa durante mucho tiempo. Ambos eran unas entidades angelicales sobre todo porque desempeñaban el rol de contrafiguras del comandante Hugo Chávez”.

En este orden de ideas, recordó cuando el rey español, en un episodio de  una  Cumbre Iberoamericana, tuvo la osadía de mandar a callar a Chávez. “Ahora el callado es él. Durante tres semanas no se supo ni siquiera dónde estaba. Se había fugado de España. Los medios trataron de mostrarlo como algo normal y dijeron que fue casualidad que ese misterioso viaje se produjera al mismo tiempo que comenzaron las investigaciones contra él”.

El director del portal LaIguana.TV  reiteró, sobre  las acusaciones que se le siguen al rey: fraude fiscal y blanqueo de capitales. “El elemento central es la construcción de un tren de alta velocidad que une las dos ciudades más importantes para el islam, Medina y La Meca, en Arabia Saudita, uno de los regímenes más señalados por violar los derechos humanos a escala planetaria, donde los derechos de las mujeres son inexistentes”.

Prosiguió: “Es un contrato de 7 mil 800 millones de dólares adjudicado a empresas españolas para la ejecución de la obra. La negociación se hizo con el apoyo de la amante del rey (antes «amiga»), Corinna Larsen. En una llamada telefónica, ella parece decir que Juan Carlos I había solicitado una comisión por interceder en el contrato ferroviario con los sauditas y que había escondido el dinero en el exterior. Se trataría de la ‘módica’ suma de 100 millones de dólares pagados por el régimen saudita en 2008, cuando todavía estaba en el trono”.

Recalcó que la demora en la apertura de la averiguación es un ejemplo de lo cuestionable que llega a ser una democracia administrada por un rey. “Se le investiga ahora porque como rey tenía inmunidad legal. Según la Constitución española en su artículo 56: ‘La persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad’. La justicia española en pleno siglo XXI y por mandato constitucional, no puede tocar al rey. Escuchen cómo esto define la democracia española, uno de los países más importantes de la democracia de la Unión Europea, una de las entidades que, de forma imperialista y retrógrada, anda señalando como antidemocráticos a gobiernos de todo el mundo”.

Después de ceder el trono a su hijo, Felipe de Borbón, perdió el privilegios, por lo que se han  descubierto todos los escándalos y ahora se protege en Emiratos Árabes Unidos desde el 3 de agosto “Ya sabemos dónde está,  sabemos que el rey está desnudo y que fue él quien tuvo que quedarse callado”, concluyó el analista político.

(LaIguana.TV)