China superó «una prueba histórica y extremadamente difícil» con su batalla contra el nuevo coronavirus, declaró el martes el presidente Xi Jinping en una grandiosa ceremonia celebrada en Pekín en homenaje al personal sanitario.

La propaganda oficial, retomada por los medios estatales, atribuye desde hace meses al Partido Comunista Chino (PCCh) y a su gestión la casi erradicación del virus en el país que ya provocó la muerte de casi 900.000 personas en el mundo.

China solo tiene oficialmente 4.634 muertos por COVID-19 desde el comienzo de la epidemia y las autoridades contuvieron en gran medida la enfermedad. Ahora solo se registran unos pocos nuevos casos diarios.

Es en este contexto, el presidente chino, Xi Jinping, entregó medallas el martes a cuatro «héroes» del personal médico, en una ceremonia con cientos de invitados llevando mascarillas en el Palacio del Pueblo, en Plaza Tiananmen de Pekín.

«Hemos librado una gran batalla contra la epidemia que resultó ser abrumadora para todos. Superamos una prueba histórica y extremadamente difícil», dijo Xi Jinping en su discurso.

«Ahora estamos a la vanguardia mundial en términos de recuperación económica y de lucha contra el COVID-19», añadió.

La ceremonia del martes comenzó con un minuto de silencio en homenaje a los fallecidos por COVID-19, entre ellas Zhong Nanshan, un reconocido especialista en enfermedades respiratorias de 83 años que se convirtió en el rostro de la batalla contra el coronavirus en China.

(AFP)