La Procuraduría General de Colombia (Ministerio Público) asumió este miércoles una investigación por la muerte de Javier Ordóñez Bermúdez, un hombre de 46 años que fue sometido con extrema violencia y el uso repetido de una pistola eléctrica Táser por dos policías en Bogotá.

«La Procuraduría General asumió por poder preferente el proceso que adelantaba la Policía Nacional por la muerte del ciudadano Javier Humberto Ordóñez Bermúdez durante un operativo realizado en la madrugada en vía pública del noroccidente de Bogotá, en el que se habría utilizado de manera reiterativa una pistola Táser para inmovilizarlo», informó el Ministerio Público.

«Por favor, ya», «agente, le ruego», se le escucha decir a la víctima, ya inmovilizada en una calle del barrio bogotano de Santa Cecilia, a dos policías que intentaban arrestarlo después de un altercado, al parecer, por estar bajo los efectos del alcohol.

La muerte de Ordóñez -la prensa de ese país dijo que era abogado- horas después en una clínica de la capital provocó el repudio de la sociedad por la brutalidad de los agentes en este episodio, muy similar al del afroamericano George Floyd, que en mayo pasado fue estrujado por policías de Minneapolis (EEUU).

Indagación preliminar 

La Procuraduría abrió una indagación con la que busca establecer e individualizar la participación que al parecer tuvieron miembros de la Policía durante el operativo, así como el trato que se le dio a la víctima una vez fue subida a una patrulla de la institución.

«Los hechos que fueron conocidos por denuncias de los ciudadanos y medios de comunicación justifican el inicio de una indagación preliminar», detalló el Ministerio Público.

Además ordenó la práctica de pruebas con la finalidad de identificar a los uniformados que participaron en la inmovilización de Ordóñez, así como del uso que se dio en el operativo a la pistola Táser.

Violencia policial

En un video de cinco minutos, grabado por testigos de la agresión, se ve cómo los policías someten a Ordóñez con violencia y con descargas prolongadas de la pistola Táser en distintas partes del cuerpo a pesar de que este ya estaba en el suelo en estado de indefensión.

Ordóñez acabó arrestado y conducido en un furgón a un puesto policial del barrio de Villaluz, y luego llevado a un hospital donde murió horas después.

La investigación de la Procuraduría pretende «determinar la ocurrencia de la conducta reseñada, establecer si se encuentra prevista como falta disciplinaria, los posibles autores de la falta y si se actuó bajo el amparo de una causal de exclusión de responsabilidad disciplinaria».

Ante la gravedad de lo ocurrido, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, de cuya cartera depende la Policía, expresó su condena por lo que calificó de «graves hechos» que acabaron en la muerte de Ordóñez.

Unos 300 manifestantes que reclaman justicia en el caso se enfrentaron este miércoles con la Policía en la calle donde estuvo detenido antes de ser llevado a un hospital y al grito de «asesinos, asesinos» lanzaron piedras, pintura y otros objetos contra el Comando de Acción Inmediata (CAI) del barrio Villaluz al que estaban asignados los dos policías implicados en el hecho.  

(EFE)