Después de cuatro años intentando esclarecer la desaparición de Manuela Chavero, la Guardia Civil detiene a quien era su vecino, un hombre de 28 años que confesó haberla matado y enterrado.

Manuela Chavero tenía 42 años la noche del 5 de julio de 2016 cuando desapareció en Monesterio, un municipio de Badajoz, en la comunidad autónoma de Extremadura. Desde ese momento, sus familiares, sus vecinos y las autoridades no han dejado de buscarla.

Después de cuatro años de investigaciones, la Guardia Civil detuvo la noche del 17 de septiembre al vecino de la víctima. Según ha trascendido, hace unos días la hermana de la víctima recibió una carta anónima que señalaba al vecino como responsable de la desaparición de la mujer. Esta carta, unida a las pistas recabadas por la Guardia Civil que lo incriminaban, motivó la detención del hombre de 28 años, de nombre Eugenio, que ya tenía antecedentes por problemas sexuales.

​El detenido confesó durante un interrogatorio policial haber asesinado a la víctima dentro de la residencia de él y que luego se deshizo del cuerpo. A su vez, dijo estar dispuesto a colaborar con las autoridades para ubicar el lugar donde la enterró. Alegó que la asesinó «por accidente».

​Manuela Chavero era una mujer de 42 años, con dos hijos, divorciada, que de forma extraña desapareció de su vivienda. Según los detalles policiales, la noche de su desaparición no se llevó las llaves, ni su documentación, ni el teléfono móvil y dejó encendida la televisión y la luz de su casa.

La desaparición de Chavero movilizó a las fuerzas de seguridad y a todo el municipio, de unos 4.250 habitantes. El alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, dijo a EFE que espera que la detención del culpable permita resolver el caso.

«Son cuatro años de angustia y desesperación para la familia, y también para la ciudadanía. Si se esclarece el caso, la familia podrá descansar», sostuvo Garrote.

(Sputnik)