Los casos globales del COVID-19 superaron este viernes 25 de septiembre la línea de los 32 millones, después de que se registraran casi 300.000 nuevos contagios en la última jornada, mientras que el número de fallecidos se eleva a 979.212, 5.900 más que en el día anterior.

América se acerca a los 16 millones de positivos; mientras que la segunda región más afectada, Asia Meridional, supera los 6,5 millones, seguida de Europa con 5,4 millones.

El continente americano suma más de 540.000 fallecidos, frente a 232.000 en Europa y 108.000 en el sur asiático, por lo que las tres regiones concentran más del 85 % de las muertes, y también de los positivos en el planeta.

La curva de contagios diarios sigue fuertemente al alza en Europa, donde ya se han superado los 60.000 en algunas jornadas, mientras que baja lentamente en América desde finales de julio pero sigue superando muchos días los 100.000 positivos.

En Asia, ha bajado de los 100.000 casos nuevos diarios después de superar esa barrera varios días la semana pasada, pero es pronto para concluir que exista una tendencia descendente.

Próximo Oriente, como Europa, vive un segundo pico de infecciones, pero a diferencia del Viejo Continente el actual tiene mayores índices de letalidad que el primero.

Por países, Estados Unidos, India y Brasil siguen siendo los tres más afectados del mundo tanto en casos como en fallecidos, y el gran cambio en la lista lo protagoniza España, que ha subido dos puestos y es la octava nación con más casos, 693.000 según los datos de la OMS.

Colombia es quinta con 784.000, Perú sexta con 782.000, México ostenta la séptima posición con 710.000 casos, y Argentina, con una de las gráficas más ascendentes entre los 10 países más afectados del mundo, es décima con 664.000.

Los datos de las redes sanitarias nacionales sobre pacientes recuperados, una variable que no incluyen las estadísticas de la OMS, señalan que casi 24 millones de enfermos de COVID-19, tres cuartas partes del total, ya se han recuperado.

De los más de siete millones de pacientes activos, un uno por ciento, o unos 63.000, se encuentran en estado grave o crítico: la cifra está creciendo lentamente en términos absolutos pero el porcentaje relativo no ha cambiado desde hace meses.

(EFE)