No es poca cosa en términos históricos, políticos, económicos, culturales y sociales lo que sucedió este domingo en tierra boliviana. Es un despertar de los pueblos, es una voz, un grito, una súplica queremos que nos dejen ser soberanos, ser libres, decidir quiénes son nuestros mandatarios. El pueblo boliviano le ha dado una cachetada democrática al golpismo.

En un día al que calificó como «extremadamente importante para Latinoamérica y los pueblos del mundo», Miguel Ángel Pérez Pirela hizo un análisis exhaustivo de la victoria del MAS boliviano que echó por tierra once meses de dictadura, masacres, encarcelamientos, injusticias, que vivió Bolivia luego de un golpe de Estado.

«El jueves pasado analizamos escenarios y dijimos que la única forma de que se ganaran las elecciones era con una participación masiva del pueblo boliviano. Y así fue. Una participación buena no hubiera bastado. Había que arrasar y quitarle la posibilidad a los factores golpistas nacionales e internacionales para evitar la segunda vuelta porque en ese caso se habría unido la derecha y se hubieran dado las condiciones para nuevamente torcer los resultados -expresó el moderador del programa Desde donde sea-. Por eso queremos darle una gran felicitación al pueblo boliviano. No es nada fácil lo que hizo. Entra en el campo de lo cuasi-imposible». 

El filósofo y comunicador puntualizó que estos resultados demostraron que el año pasado hubo un despojo contra el presidente Evo Morales, cuando se puso en duda que hubiese ganado en primera vuelta y, acto seguido, con base en esa duda, se derrocó al mandatario legítimo y se instauró un gobierno de facto que exilió, persiguió y masacró a los dirigentes y militantes del MAS y de los movimientos populares.

¿Por qué EEUU permite que vuelva MAS?

En el inicio de su revisión de lo ocurrido en Bolivia, se preguntó por qué Estados Unidos, que dirigió el golpe contra Morales en 2019, ha permitió que el MAS vuelva al poder. A su juicio, la primera razón es la coyuntura electoral que vive la superpotencia, con el aspirante a la reelección, Donald Trump, casi derrotado. «El mando golpista está en pausa. Tal vez eso haya hecho que EEUU acepte los resultados, dicho sea con todas las reservas del caso», planteó.

Otra razón es el desgaste de Luis Almagro, al que tildó de «enemigo número 1 de la democracia boliviana». El secretario general de la Organización de Estados Americanos fue la causa eficiente del golpe que se le dio a Evo Morales, pero esta vez estaba limitado en su accionar porque «quedó desenmascarado y estigmatizado de por vida como uno de los peores gendarmes que haya utilizado EEUU para desestabilizar a América Latina».

El peligroso clima del domingo

Pérez Pirela recalcó que la contundente demostración de fuerza del electorado abortó los planes que, evidentemente estaban en marcha y que se manifestaron en que, por ejemplo, factores de la Fuerza Armada y la policía estaban en las calles robando papeletas y desarrollando intentos de fraude y represión. Otro síntoma sospechoso fue el silencio sepulcral sobre los resultados por parte de  las mismas encuestadoras que en 2019 lanzaron resultados antes de tiempo para activar las protestas.

Leyó una de las reseñas que se publicaron en el inicio de los escrutinios en las que se informaba de contradicciones entre los sondeos a boca de urna y los números oficiales. «El Órgano Electoral Plurinacional reanudó el cómputo de votos de las elecciones generales de este domingo, en las que los sondeos a boca de urna dan vencedor a Luis Arce, del Movimiento al Socialismo, con más del 52 por ciento de los votos emitidos. El resultado parcial muestra al expresidente Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana, con el 42.91 por ciento de los sufragios y a Arce con el 37,61 por ciento. Sin embargo, los sondeos a boca de urna publicados este domingo dan vencedor en primera vuelta al MAS, lo cual ya ha sido reconocido, entre otros, por el Gobierno de facto y el propio Carlos Mesa. También destaca que, de las 7.536 actas computadas, han concurrido el 87,68 por ciento de los votantes. De mantenerse esa tendencia, el porcentaje de participación en estos comicios podría alcanzar niveles históricos».

La participación masiva fue una de las características de la jornada. «Es una barbaridad a nivel de votación», enfatizó el presentador.

La apuesta de la derecha era presentar resultados a favor en las grandes ciudades y así generar la matriz de que estaban ganando. Esto se basaba en la convicción de que el voto duro del MAS, en teoría, estaba en las zonas rurales más lejanas. Pero en esta oportunidad, el MAS ganó también en las zonas urbanas. «El MAS regresó con todo: tiene un gobierno legítimo e incuestionable y un poder legislativo con amplia mayoría».

Ahora quedan pendientes acuerdos sobre aspectos como la toma de posesión. El Tribunal Supremo Electoral había dicho que de darse la segunda vuelta, la toma de posesión sería en el mes de diciembre, sin embargo, de no ser necesaria, se adelantaría la transmisión de mando. 

Otro punto candente es que hay muchos líderes políticos y sociales encarcelados, exiliados, refugiados en embajadas. «En estos once meses hubo masacres, desaparecidos, torturados, por lo que hay mucho que clarificar. La situación sigue muy tensa. Luis Arce ha dicho que gobernará para todos los bolivianos y que buscará la unidad nacional, reconociendo sus equivocaciones como partido y prometiendo que reconducirá al país sin odio. Agregó que lo importante es que se recuperó la democracia, la esperanza y la certidumbre para las familias que durante once meses sufrió en manos del gobierno de facto».

«El golpe de Estado desestructuró todo lo que veníamos haciendo y el pueblo, que es sabio, lo que quiere es retomar el camino», añadió Arce. 

Pérez Pirela resaltó que estamos hablado de un nuevo presidente que fue 14 años ministro de Economía de Evo Morales y es considerado el autor del milagro económico boliviano, un especialista y ha demostrado ser muy eficiente en términos económicos».

La derecha había difundido rumores de que un triunfo del MAS derivaría en revanchismo.
Arce dijo, en el cierre de su campaña (en un momento muy estratégico) que los miembros de la Fuerza Armada son considerados hermanos por el pueblo boliviano porque ese es su verdadero lugar.

Evo tenía razón

El análisis del cuadro derivado de las elecciones tiene que incluir el rol de Evo Morales. El moderador recordó que el gran líder boliviano estuvo como invitado del programa hace algunas semanas. En esa oportunidad, ante la pregunta de por qué había confiado en la OEA, habiendo tantos elementos para desconfiar, él respondió de forma institucionalista. Expresó que Bolivia es miembro de ese organismo y debe cumplir con los tratados que ha suscrito. 

«Parecía un acto de grandísima ingenuidad, pero a la luz de los resultados de este domingo debo reconocer que Evo Morales tenía razón al demostrar una gran fe en la capacidad de su pueblo para dar respuesta al golpe de Estado. No tengo otra cosa que decir sino que tuvo razón en su postura institucionalista que podría verse como suicida. El MAS regresa con la más grande legitimidad y autoridad», sentenció el también director del portal LaIguana.TV.

Las palabras de Morales, en este sentido, fueron dignas de un minucioso estudio: “El gran triunfo del pueblo es histórico, inédito y único en el mundo: A un año del golpe, recuperamos el poder político democráticamente con la conciencia y la paciencia del pueblo. Somos la Revolución Democrática y Cultural para la transformación nacional. Hemos vuelto millones”, aseveró.

Reacciones

El Equipo de Investigación de Desde donde sea compendió algunas de las reacciones ante la faena de elecciones. El excanciller de Ecuador Ricardo Patiño dijo: “Hace un año Evo ganó las elecciones con más del 10%. La OEA de Almagro lo acusó de hacer fraude. Ahora el candidato de Evo ganó con más del 20%. ¿Quién hizo el fraude el año pasado? Fácil: La OEA y Almagro”.

En cuanto al autoproclamado Juan Guaidó, se recuerda que hace un año, cuando la dictadora Jeanine Áñez se juramentó a sí misma como presidenta de Bolivia, él afirmó que la senadora era su ejemplo a seguir. “Debería seguir ahora ese ejemplo e irse”, sostuvo Pérez Pirela.

Otra reacción fue la de Gleisy Hoffman, presidenta del Partido de los Trabajadores de Brasil. “¿Recuerdan a la alcaldesa de izquierda de la ciudad boliviana de Vinto, quien fue noticia en todo el mundo después de ser atacada en la calle por radicales de extrema derecha durante el golpe fascista de 2019? ¡Ayer fue elegida senadora con un voto expresivo! ¡Felicidades compañera María Patricia Arce Guzmán!”, fue el comentario de la dirigente brasileña, que también estuvo presente en el programa hace unos meses.

El caso al que ella se refiere es el de la alcaldesa que fue trasquilada, bañada en pintura roja y humillada públicamente por ultraderechistas violentos, en medio del golpe de Estado.

Otra reacción crucial y significativa fue la del candidato derrotado Carlos Mesa. “Unas palabras así eran casi impensables hace unas horas, pero la avalancha fue tan grande que el golpista aceptó la derrota”, comentó el analista.

«El resultado de ese conteo rápido es contundente y claro. Nos toca, como corresponde, reconocer el resultado. Hubo un triunfador en esta elección. Es un resultado que aceptamos y consideramos que no va a modificarse cuando conozcamos los oficiales. Esta elección nos deja como cabeza de la oposición democrática”, dijo Mesa.

“Son gritos de ahogado. Tenía todo el poder en sus manos: el gobierno, por medio de la dictadora Áñez, el Tribunal electoral, el apoyo de EEUU y de la OEA y aun así perdió en forma humillante por lo que su futuro está en veremos”, aseguró Pérez Pirela.

Entre las reacciones más reveladoras está la de Almagro, quien es el gran perdedor, pero tuvo el tupé de reconocer el triunfo del MAS sin mostrar un ápice de arrepentimiento por la ruptura del orden constitucional que ayudó a perpetrar en 2019. “Pretendió lavarle la cara a la OEA con un tuit. Pero ni con un millón de tuits lo lograría. La OEA no ha hecho otra cosa que tratar de desestabilizar a países como Bolivia y Venezuela”, deploró el conductor del programa y citó textualmente el tuit de Almagro: “Felicitamos al pueblo boliviano por su conducta cívica en las elecciones y compromiso con la democracia, y a la Misión de Observación Electoral de la #OEAenBolivia, por su profesionalismo, independencia y compromiso con las instituciones democráticas del continente”.

“No dijo que muchos de los observadores coinciden en que la OEA fue la causa fundamental del golpe de Estado del año pasado. Pero en el continente muchas voces le respondieron, entre ellas las de la vicepresidenta Delcy Rodriguez: ‘Llegará la hora en que pagues por todo el daño que has causado a los pueblos de nuestra América Latina y el Caribe con tu servilismo cipayo y genuflexo de Washington ¡Hay sangre del pueblo boliviano en tus manos, del mismo que hoy emergió para defender la paz y la democracia!”

Por considerar que aporta un elemento de juicio fundamental, citó también las declaraciones dadas a LaIguana.TV por el sociólogo boliviano Eduardo Paz: “El antecedente de la victoria electoral han sido las movilizaciones populares del mes de agosto, que pusieron en jaque al gobierno de facto y obligaron al Tribunal Electoral, a la Asamblea Legislativa y al propio gobierno a fijar una fecha inamovible para las elecciones”, subrayó Paz.

“Esto es fundamental, porque sin el pueblo boliviano en la calle, en medio de una pandemia, exigiendo elecciones que fueron suspendidas varias veces, no se hubiese podido llegar a lo ocurrido el domingo, donde por cierto, la exdictadora trató de ser juez y parte, pero sacó sus cuentas y se retiró cuando vio lo que iba a pasar”, recalcó Pérez Pirela.

Cuáles fueron los derrotados y por qué

En la continuación del análisis, se apoyó en la nota del periodista Clodovaldo Hernández, parte de la plantilla de LaIguana.TV, sobre los factores derrotados el pasado domingo (además de la dictadura de Áñez), entre los que menciona a EEUU, Almagro, la OEA, Guaidó, el Grupo de Lima y la maquinaria mediática global. Leyó y comentó algunos fragmentos.

“La victoria de la llave de Luis Arce-David Choquehuanca y del Movimiento Al Socialismo -que es la victoria del gran líder Evo Morales- ha sido también una demostración fehaciente de la maniobra orquestada  hace un año por el poder político y económico de EEUU y por sus aliados contra del más exitoso de los gobiernos populares latinoamericanos. La cachetada electoral del pueblo boliviano a los golpistas deja abolladas las «nuevas» estrategias de «cambio de régimen» de EEUU, en las que los derrocamientos se maquillan con supuestas protestas de la sociedad civil e infundadas denuncias contra los procesos electorales”.

“Aparte de la élite estadounidense (que es la autora intelectual de todo golpe de Estado en Nuestra América), los principales derrotados externos de la elección boliviana son Luis Almagro y la Organización de Estados Americanos. El vil derrocamiento de Morales no hubiese sido posible sin el concurso de Almagro y de los expertos en asuntos electorales que se prestaron para montar una matriz de opinión acerca de un supuesto fraude en las elecciones ganadas en primera vuelta por el MAS. Con premeditación, alevosía y ventaja, Almagro dirigió el complot para sembrar la duda, ya no de que Morales hubiese ganado -como, en efecto, ganó- en la primera vuelta, sino de que hubiese logrado más votos que sus adversarios. La erupción electoral de este domingo, si el sistema internacional tuviese algo de justicia y moral, debería significar el fin de la vergonzosa carrera del uruguayo como secretario de la OEA y, adicionalmente, debería inducir a una revisión muy a fondo de las gestiones realizadas por las misiones de observación de este organismo en los países latinoamericanos y caribeños”.

“La paliza recibida por la dictadora Jeanine Áñez y su equipo de funcionarios usurpadores es un descalabro para la figura de los ‘presidentes autoproclamados’. Recordemos que Guaidó llegó a decirle a la dictadora que ella era su ejemplo a seguir. Tal como Guaidó, Áñez fue reconocida como presidenta de manera inmediata y sin discusiones por EEUU, la OEA, la Unión Europea y otros factores internacionales. Pero, igual que Guaidó, nunca ha tenido respaldo masivo del pueblo y rápidamente perdió el que tuvo incluso en el  estrecho círculo de la derecha. Lo ocurrido con la dictadura de Bolivia ha sido una especie de ‘demo’ de lo que ocurrirá con cualquier ‘gobierno de transición’ que logré establecerse en contra de la voluntad mayoritaria de los países sometidos a estas operaciones golpistas”.

Sobre el Grupo de Lima, el artículo indica que “integrado exclusivamente por gobiernos de derecha obsecuentes ante EEUU, el Grupo de Lima reproduce el hipócrita relato de EEUU y la UE según el cual las elecciones organizadas bajo gobiernos progresistas no son libres, justas ni creíbles y por ello, sus resultados son ilegítimos. En Bolivia se ha comprobado, con creces, que la elección de Evo Morales en 2019 fue libre, justa y legítima. El discurso sobre la transparencia electoral, que se ha usado contra las elecciones venezolanas desde 2017, se queda de nuevo sin sustento”.

Pérez Pirela comentó que es necesario hacer paralelismo entre Venezuela y Bolivia.  Entre Áñez y Guaidó derrotados. La OEA queda en evidencia  como instrumento imperial. “El impacto geoestratégico de la victoria del MAS es una cachetada contra la OEA, Almagro, EEUU, la UE. La autoproclamación como método quedó soterrada con el triunfo del MAS”.

¿Por qué el pueblo boliviano votó nuevamente por el MAS?

Un componente también básico de lo ocurrido es el desempeño del gobierno de facto durante sus once meses de gestión. “En ese año, la derecha tenía que demostrar que era capaz de dirigir lo que dejó Evo Morales. No lo hizo ni siquiera de manera mediocre. Si de algo le sirvió este tiempo a Bolivia es para recordar cómo gobiernan las derechas. Once meses de quiebra institucional, ejecuciones extrajudiciales, violación de derechos humanos y una total impunidad. Repuntaron las tasas de desempleo, estalló la crisis sanitaria por el Covid-19 y el régimen de facto pretendió culpar a los intermitentes bloqueos de rutas que hicieron los movimientos populares para reclamar las elecciones. Aparte de esa mala gestión, Áñez incumplió la promesa de llamar a elecciones en tres meses y no ser candidata. Es decir, que la derecha hizo la peor campaña electoral que haya conocido Bolivia. La derecha, que estuvo 14 años oponiéndose a Evo Morales, pudo demostrar otra cosa, pero se mostró xenófoba, represora e inepta. Dejó, además, un saldo muy grande de cuentas pendientes con el pueblo. Las masacres de Sacaba (Cochabamba) Senkata (El Alto) es apenas una muestra. La delegación de CIDH que visitó Bolivia corroboró que en las protestas de noviembre de 2019 en esas localidades murieron 35 personas, otras 800 resultaron heridas y al menos 360 personas fueron detenidas por el accionar de fuerzas combinada de la policía y ejército. La propia Comisión las calificó como masacres”.

“El Departamento de Derechos Humanos internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, y la Red Universitaria de Derechos Humanos entrevistaron a 220 personas en Bolivia. Todos los relatos coinciden en el uso de fuerza letal por parte de la policía y el ejército contra manifestantes desarmados. El informe subraya que ‘se violó el derecho a la vida’”, rememoró.

 “Ya se le vio la costura, como se dice”, expresó Pérez Pirela, quien leyó varios párrafos de los informes periodísticos sobre la escalada represiva:

“La abundante evidencia enviada da cuenta de que tanto en Sacaba como en Senkata, las Fuerzas Armadas y policiales con armamento letal reprimieron protestas que eran contrarias al gobierno de Áñez y en defensa de la wiphala y dejaron un saldo de 21 personas muertas y más de 70 heridas. El 14 de noviembre, un día antes de la masacre de Sacaba, Áñez firmó un decreto para garantizar la impunidad de las Fuerzas Armadas. No se brindó atención médica a las víctimas de la represión. Al contrario, en las dos masacres, los recuentos de testigos relatan que quienes se acercaron a brindar socorro también recibieron disparos. La violencia continuó en los hospitales: las víctimas fueron acosadas por policías y por el mismo personal de salud, que las humilló por su supuesta afinidad con el MAS y con ofensas racistas”.

“Las denuncias presentadas a la Relatoría de ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y al Grupo de Trabajo sobre detención arbitraria de Naciones Unidas se basan en  abundantes elementos de prueba, incluyendo decenas de archivos de audio, imágenes, videos y entrevistas obtenidos por organizaciones bolivianas e internacionales y sistematizados en conjunto con las organizaciones aliadas. También sirvieron como insumo los testimonios recolectados por la Delegación Argentina en Solidaridad con el pueblo boliviano en la misión realizada al país diez días después de las masacres. Áñez derogó el decreto de impunidad, pero no avanzó ninguna investigación para determinar las responsabilidades en las ejecuciones y las graves lesiones ocasionadas a quienes ejercían su derecho a la protesta. Por el contrario, en las semanas siguientes a esos hechos destruyeron pruebas, muchos testigos fueron víctimas de amenazas y torturas, las Fuerzas Armadas y de Seguridad niegan información a la fiscalía sobre quiénes comandaron los operativos, qué unidades fueron movilizadas y qué armas portaban. Las víctimas aún no reciben ningún tipo de asistencia. Muchas personas se endeudaron para afrontar los costos de la atención médica y tienen lesiones que les impiden trabajar”.

En opinión de Pérez Pirela fueron, entonces, once meses de pesadilla, que pusieron haber sido muchos años, pero el pueblo entendió que la única manera de salir de las masacres, arrebatos racistas, crisis sanitaria era yendo a votar masivamente. “Créanme que ese milagro, a contrapelo de los análisis y la razón, nos dejó a todos boquiabiertos, nos dio una grandísima, única y muy bella lección de democracia popular, de organización democrática y de activismo político en el siglo XXI.

Fue tal el número de personas que fue a votar que ni EEUU ni Almagro, ni la dictadura, ni los militares y policías golpistas, ni la mediática global y boliviana pudieron acallar la marea se votos. Las clases medias fueron también a votar contra la derecha ineficiente y violenta. Se demostró que sí existe un poder popular que puede contravenir las decisiones tomadas por los grandes centro de poder del norte del mundo”,

En tono vehemente, añadió que “se le dio un cachetada al histórico golpismo latinoamericano, al del Plan Cóndor que asoló a la región en décadas pasadas. Se probó que sí es posible a través de los votos, cachetear a los intereses de los que dicen que no somos capaces de desarrollar elecciones y que los pueblos no están preparados para votar. El jueves habíamos dicho, citando a un intelectual boliviano, que la única forma de alcanzar el triunfo era que la marea de votos fuera tan grande que lograse derrotar en primera vuelta a la derecha. Parecía imposible, pero se pudo. Por eso esta victoria queda desde ya en los anales históricos como un precedente que no puede ser soslayado”.

Indicó que lo ocurrido explica por qué la derecha venezolana se niega a ir elecciones. “Saben que  el resultado va a ser el mismo. Pero ya basta de que estos dirigentes se quieran autoproclamar con las armas de EEUU como respaldo y so pena de sanciones, bloqueos e invasiones. No es poca cosa en términos históricos, políticos, económicos, culturales y sociales lo que sucedió este domingo en tierra boliviana. Es un despertar de los pueblos. Es una voz, un grito, una súplica queremos que nos dejen ser soberanos, ser libres, decidir quiénes son nuestros mandatarios, sin que la bota gringa, sin que Trump y sus dólares, su gobierno de parapeto quieran imponernos un presidente. No saben gerencias sus crisis sanitarias y quieren venir a imponer mandatarios a otros países”, acotó.

Manifestó que el guante arrojado por los bolivianos tiene que ser tomado ahora por otros pueblos de la región. “Allá van los indígenas colombianos acercándose a Bogotá, exigiendo el cese de las masacres. En Chile, otra vez, los carabineros asesinaron a otro manifestante, bajo el silencio de la mediática global. Cosas que están cambiando en Latinoamérica. Se nos vendió el fin de la historia con gobiernos como Bolsonaro y Macri, dictaduras como la de  Áñez y paragobiernos como el de Guaidó, pero lo que acaba de ocurrir no es poca cosa. La historia no ha terminado, la siguen escribiendo los pueblos latinoamericanos y del sur del mundo. Estoy orgulloso, feliz y acompañado. Ya las cosas no son tan fáciles para la derecha como antes. Lo digo como venezolano, como ciudadano de una patria acosada, bloqueada, vilipendiada, atacada. Están pasando cosas en Latinoamérica. No estamos solos”.

Interacción

En el tramo final del programa, dedicado a la interacción con la audiencia, se expresó el apoyo de numerosos participantes al pueblo boliviano y al nuevo presidente. Destacaron la trascendencia de las elecciones parlamentarias venezolanas y lo importante que es alcanzar también una participación masiva del pueblo en esa consulta. El músico Manuel Barrios expresó que el nivel de civismo del pueblo boliviano es tan alto como La Paz y con este demostraron ser hijos de Bolivia.  “Y yo digo que Bolivia demostró que sigue siendo la hija predilecta de Bolívar”, complementó Pérez Pirela.

Libro
La recomendación bibliográfica de la noche fue El cine según García Márquez, del investigador cubano Joel del Río. 

(LaIguana.TV)