“Cosas siguen sucediendo en América Latina. Luego del impactante triunfo del pueblo boliviano, hace una semana, hoy comentamos otro triunfo apoteósico en Chile: 78,24% votó por la opción Apruebo (boletín parcial) para cambiar la Constitución proclamada en dictadura en 1980”, dijo Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea del lunes 26 de octubre, luego del plebiscito sobre la Constitución chilena.

Ubicó el tema en su contexto histórico, rememorando que en 1970 llegó al poder, después de varios intentos, el médico Salvador Allende, quien solo logra gobernar por tres años, porque el 11 de septiembre de 1973 es derrocado y por Augusto Pinochet, con la ayuda de Richard Nixon y de las transnacionales estadounidenses.  La dictadura instaurada desaparece a miles de personas y toma represalias contra más de 40 mil ciudadanos (exiliados, torturados, asesinados). Se establecieron centros de tortura a lo largo y ancho de Chile y, en el plano de la política económica, se aplicó la teoría del shock, a cargo de los llamados Chicago’ boys, la doctrina neoliberal en su modo más brutal. Se privatizó el cobre, que Allende había nacionalizado.

Esa Constitución hecha a la medida de la dictadura, sin derechos sociales, donde lo privado en educación y salud está por encima de lo público, en la cual hasta las prestaciones sociales y las jubilaciones son un negocio privado fue la que este domingo rechazó el pueblo. 

En ese marco explotaron las protestas de 2019, duramente reprimidas por los Carabineros de Chile, con técnicas crueles, que dejaron a centenares se chilenos sin uno o ambos ojos. Miles de detenidos y heridos.

«Lo que pasó este domingo no es algo anodino. No fue una concesión del gobierno de Piñera, que ahora quiere presentarse como un propiciador de la nueva Constitución. Los desprestigiados políticos chilenos quieren adosarse el triunfo popular. Y es natural porque según el Servicio Nacional Electoral, Patricio Santamaría, nunca había votado tanta gente. Estamos hablando de 7,4 millones de chilenos», explicó.

Los votantes eligieron cómo se elaborará la nueva Carta Magna desde cero, mediante una Convención Constituyente que será formada por 155 ciudadanos, denominados convencionales, quienes serán elegidos por voto popular en abril de 2021 y comenzará a sesionar en mayo. Será paritaria entre mujeres y hombres. Se prevé una cuota aún no definida de participación de los pueblos originarios. El texto acordado ha de ser sometido a un plebiscito ratificatorio a realizarse durante el segundo semestre de 2021.

Según expertos, en el centro del debate está el clamor más grande del pueblo, que es una reforma al sistema de salud, a la educación, las pensiones, los derechos indígenas y los derechos ambientales. «Cada vez que se pretendió a avanzar en estas reformas, la excusa que se presentaba era que tales cambios serían anticonstitucionales. Con la nueva Constitución surge la posibilidad de que Chile salga de esa especie de prehistoria de los derechos laborales en la que el país está sumido por obra y gracia de la dictadura de Pinochet, en la cual se hizo multimillonario el actual presidente Sebastián Piñera».

Destacó la belleza y el carácter histórico de la congregación de miles de personas en la plaza Dignidad, la noche del domingo. Los manifestantes proyectaron la palabra «Renace» en una torre cercana y desplegaron pancartas recordando 1973.

Expresó Pérez Pirela que uno de los aspectos más indignantes de esta historia contemporánea es que el oscurantismo en el que se hundió a Chile, del que todavía no ha salido, se le ha vendido al mundo, por arte de los grandes medios de comunicación, como un modelo de democracia y  de desarrollo económico. «Lo que existe es una élite política oligárquica y corrupta, una especie de bipartidismo en el que Bachelet le da el poder a Piñera y luego Piñera se lo da a Bachelet, mientras dejan la Constitución intacta. Una democracia genéticamente hija de la dictadura».

Recordó que Bachelet, ahora alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, lo más que se atrevió a hacer fueron alguna reformas jurídicas que luego Piñera se ha encargado de echar atrás.

Los manifestantes del domingo mostraron la ruta que esperan cubrir, al señalar, refiriéndose a Pinochet, que «borrar tu legado será nuestro legado». Advirtió Pérez Pirela que no será una tarea sencilla porque la sociedad chilena sigue caracterizándose por un importante componente de macartismo, de anticomunismo enfermizo, en el que se califica de comunista a todo movimiento o líder que proponga reivindicaciones sociales, derechos de las mayorías o posturas progresistas. La respuesta ante todo eso ha sido en el pasado, y sigue siendo hoy en día, la represión.

El gobierno de Piñera se ha destacado por esa vocación represiva, en especial en 2019 y comienzos de este año, cuando las protestas se hicieron irrefrenables. Solo la pandemia salvó a Piñera de ser defenestrado por el descontento popular, que se refleja en su índice de aprobación, que las encuestas ubican en 22%, uno de los más bajos de América Latina.

¿Cómo se llegó al plebiscito?

El 18 de octubre de 2019, una multitud de estudiantes inició protestas que derribaron el mito se Chile como oasis económico latinoamericano. Manifestaron contra el incremento del pasaje estudiantil. Buena parte de las protestas fueron en el metro de Santiago «El gobierno respondió entonces, y lo sigue haciendo, con represión, toques de queda, torturas y agresiones contra civiles desarmados».

Acotó que muchos de los ciudadanos entrevistados por teleSUR en la plaza Dignidad atestiguaron haber sufrido torturas, daños a sus ojos, apaleamientos y detenciones durante las protestas de 2019 y lo que va de 2020. «Esto se logró con calle».

Emprendió un recorrido por la historia reciente chilena, señalando que la Constitución que ahora se plantea cambiar es la herencia de un gobierno de facto que dejó 47 mil muertos y puso por delante la defensa de los intereses privados, por encima de los públicos. «Por ejemplo, en Chile está privatizada hasta el agua».

Reacciones

Reseñó las respuestas de diversos líderes y voceros de movimientos al evento del domingo 25.

Pablo Sepúlveda Allende,  nieto de Salvador Allende. «Para mí, la primera lectura de este avasallador triunfo, es de tipo simbólico, y es que hoy, el Pueblo Chileno, ha mandado al estiercolero de la historia el nefasto legado de Pinochet. ¡Viva Chile!”.

Atilio Borón, intelectual argentino, expresó: «Derecha chilena sufre una paliza histórica. El pueblo de Chile, por primera vez, se dará su Constitución, pero si abandona las calles y plazas, la nueva Constitución puede nacer muerta. Se impone la vigilancia activa, la unidad y la organización».

Comentó Pérez Pirela que, tal como lo alerta Borón, es muy posible que en la Constituyente se cuele buena parte del establishment chileno, que tendrán el objetivo de impedir que se incorporen cambios profundos en el texto jurídico fundamental.

Piedad Córdoba, exsenadora colombiana.  «La nueva Constitución para Chile significa: Entierro de la Constitución de Pinochet; se les cae la estantería neoliberal; la protesta social sí sirve; en las calles se hace la democracia; un durísimo golpe a la derecha continental (incluida la colombiana)».

En perspectiva

Ubicó las dos consultas electorales en perspectiva. El pasado domingo 18 de octubre el pueblo boliviano dio una contundente demostración de fuerza al elegir a la dupla del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce y David Choquehuanca, como nuevo presidente y vicepresidente, respectivamente, de esa nación. Siete días después el pueblo chileno se movilizó masivamente a los centros electorales para apoyar la propuesta de convocar una constituyente, para redactar una nueva Constitución que derogue de manera definitiva la Carta Magna vigente que fue elaborada durante la dictadura de Augusto Pinochet.

En entrevista concedida el pasado lunes 19 de octubre a teleSUR, la abogada brasileña y experta en derecho internacional, Carol Proner, señaló que el triunfo del MAS en Bolivia “es un aliento para América Latina frente a una ofensiva de la extrema derecha en el mundo, pues demuestran que el pueblo no olvida sus procesos democráticos y sus luchas, muchas veces se callan pero vuelven con fuerza”.

Señaló Pérez Pirela que estas manifestaciones democráticas latinoamericanas son lecciones para los pueblos europeos, pues se dan en medio de las grandes calamidades derivadas de la pandemia. 

«Ayer me quedaba sin palabras al oír a Piñera y a sus ministros decir que este proceso lo impulsaron ellos. Son realmente caradura. Piñera dijo que ‘es un triunfo de todos los chilenos y chilenas que amamos la democracia, la unidad y la paz. Hemos demostrado que el diálogo es más fecundo que la intolerancia’. Esto lo dice Piñera que reprimió hasta que se cansó, incluso hasta ayer,para evitar que esto ocurriera. Él es el mayor derrotado, después de Pinochet. Desde el patio de los naranjos en el palacio y flanqueado por la totalidad de su gabinete, añadió: ‘Hoy vemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de nuestra nación’. Esto es impresionante, es no tener prurito de tomar al pueblo como tonto, el mismo pueblo que acaba de darle una cachetada».

El entorno empresarial y político de Piñera y parte de su partido, Renovación Nacional, se pronunciaron en contra de los cambios en la Constitución.

Realidad de la clase gobernante

Reiteró Pérez Pirela que el bipartidismo chileno rechaza cualquier nuevo movimiento político que surja en el espectro. En sus dos gobiernos, Bachelet, que se supone que es progresista, nunca accedió a revisar los aspectos jurídicos que sostienen el carácter privado de la educación y la salud.

“Es una clase alejada completamente del pueblo, racista, elitista, prehistórica. Como ejemplo, recordemos lo que dijo Juan Andrés Fontaine, ministro de Economía, cuando comenzaron las protestas por el alza del pasaje. Les recomendó a los trabajadores levantarse más temprano para evitar el costo extra. Estos son los herederos de Pinochet que en estos momentos se reparten el poder», expresó el moderador.

Cecilia Morel, esposa de Piñera dijo ante las protesta de aquel momento, en octubre 2019, «estamos absolutamente sobrepasados, es como una invasión extranjera o de alienígenas. No tenemos las herramientas para combatirla. Mantengamos nosotros la calma, llamemos a la gente de buena voluntad, aprovechen de racionar la comida. Vamos a tener que disminuir nuestros privilegios y compartir con los demás».

«Esto lo dijo la esposa del presidente de Chile, hablando como los zares rusos cuando llegó la Revolución; o el rey de Francia, antes de que le cortaran la cabeza, quien en su diario puso: ‘hoy, nada’. No se había dado cuenta de lo que estaba pasando”.

Este año, al estallar la crisis del Covid-19, el exministro de Salud Jaime Mañalich reconoció públicamente que en la sociedad chilena: «Hay un nivel de pobreza y hacinamiento del cual yo no tenía conciencia».

Datos

Mostró un estudio realizado por el Círculo de Directores y CEO  de Chile y la firma Unholster, el cual revela que la élite empresarial tiene una visión distorsionada de la sociedad en la que opera. “Los empresarios creen que  el 25% es clase baja, el 57% es clase media y el 18% es clase acomodada. La realidad es que esa visión no se condice con los datos: 77% es clase baja, solo el 20% clase media y solo el 3% es clase acomodada”. 

Otro elemento fundamental ha sido la represión y persecución sistemática contra los mapuches que viven atrapados en un estado racista tiene que ver con la Constitución pinochetista que hace de ellos poco menos que unos terroristas

Chile y la COVID-19

El presentador de Desde Donde Sea se refirió también a la situación generada por la pandemia en Chile. “Se disparó la tasa de desempleó en 8,2% en primer trimestre de 2020. Imagínense lo que es enfrentar una pandemia en un clima de sanidad privatizada y sin tener trabajo. La pandemia trajo una oleada de despidos porque es constitucional y legal la anulación total de los derechos sociales”.

Añadió que los bonos de ayuda económica y las cajas de alimentos no llegan ni a un cuarto de la ciudadanía y significan negocios sustanciosos de los funcionarios con monopolios de producción de alimentos.

Interacción

Un participante le pidió hablar de la huida de Leopoldo López. Respondió que es el terrorista más importante de Venezuela, que desde 2014 fue privado de libertad por propiciar incendios y otros actos de violencia, incluso la quema de gente viva. También ha sido el jefe de la operación de Juan Guaidó para instaurar un gobierno paralelo y robar miles de millones de dólares mediante el despojo de empresas y otros activos públicos venezolanos en otros países. Ha propiciado golpes de Estado e intentos de invasión. Dijo no estar al tanto de los pormenores de la fuga (ni interesado en conocerlos) pero tiene la convicción de que el supuestamente progresista gobierno de España está involucrado, junto, como siempre, al de EEUU. “Como analista político considero que es un acto de cobardía y pronostico que en España López se terminará secando. Ya en Venezuela no tiene la popularidad que alguna vez tuvo, junto a su esposa. Apostaron todo a Guaidó y fracasaron. Ahora solo le quedará seguir intentando la desestabilización. Sospecho que el próximo que agarrará su maleta debe ser Guaidó, quien se irá a gastar el dinero robado. Sobre  las teorías conspiranoicas de si hubo un acuerdo, no lo sé, no hago parte del gobierno, nunca lo he hecho. Para mí, esta decisión de López fue un error político porque acá no tuvo ningún impacto más allá de las redes sociales. Es un suicidio político”, expresó.

Libro

El libro recomendado de la jornada, fue La promesa del alba, del escritor francés-lituano  Romain Gary.

(LaIguana.TV)