El pasado 30 de octubre la oficina de asuntos consulares del Departamento de Estado del régimen de Donald Trump en los Estados Unidos, colocó a Venezuela en la lista de países a los que instan a «no viajar» por distintos motivos que pondrían en «peligro» a los ciudadanos «estadounidenses».

Con esta nueva etiqueta colocada por el régimen de Trump, se eleva al nivel 4 la alerta contra Venezuela, que es la más alta en su lista de recomendaciones que prácticamente es dedicada para países en guerra, en crisis sanitarias y/o humanitarias, así como también los que simplemente se encuentran bloqueados por Washington por considerarse enemigos a sus intereses.

Algunos de los países que se encuentran actualmente en esta lista son: Somalia, Burkina Faso, Afganistán, Malawi, Yemen, Irán, Irak, Rusia, Perú, Siria, Libia, Haití, Guyana, Guyana Francesa, República Dominicana, Cuba, Brasil, Argentina, Bután, India, Indonesia, Corea del Norte, Mali, Omán, Sudán del Sur, Tayikistán, entre otros.

En el caso de Venezuela, el Departamento de Estado asegura que los ciudadanos estadounidenses no deben viajar «debido a delitos, disturbios civiles, mala infraestructura de salud, secuestro, arresto arbitrario, detención de ciudadanos estadounidenses y la pandemia de la COVID-19».

Añade la alerta emitida el pasado viernes, que antes de elevar al nivel 4 al país suramericano, ya «los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, habían emitido un aviso de salud para viajes de nivel 3 para Venezuela debido a la COVID-19 y un aviso de salud para viajes de nivel 3 para Venezuela debido a una falla en la infraestructura de salud».

Agrega que el 15 de mayo de 2018, el CDC había emitido el aviso de nivel 3 contra Venezuela, que consistía en «Evitar viajes no esenciales», esto «debido a la atención médica inadecuada y la falla de la infraestructura médica».

Explica la publicación que en un «Resumen del país», que «el 11 de marzo de 2019, el Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció el retiro del personal diplomático de la Embajada de los Estados Unidos en Caracas».

«Todos los servicios consulares, de rutina y de emergencia, están suspendidos hasta nuevo aviso. El gobierno de los Estados Unidos tiene una capacidad limitada para brindar servicios de emergencia a los ciudadanos estadounidenses en Venezuela. Los ciudadanos estadounidenses en Venezuela que requieran servicios consulares deben intentar salir del país tan pronto como sea posible de manera segura y comunicarse con una embajada o consulado estadounidense en un país vecino», agrega la información del régimen de Trump.

Agrega que «los delitos violentos, como el homicidio, el robo a mano armada, el secuestro y el robo de vehículos, son comunes. Se producen mítines y manifestaciones políticas, a menudo sin previo aviso. Las manifestaciones típicamente provocan una fuerte respuesta de la policía y las fuerzas de seguridad que incluye el uso de gas lacrimógeno, gas pimienta, cañones de agua y balas de goma contra los participantes y, ocasionalmente, se registran saqueos y actos de vandalismo. La Misión de Investigación del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas informó que el régimen ha cometido miles de ejecuciones extrajudiciales».

«Hay escasez de alimentos, electricidad, agua, medicinas y suministros médicos en gran parte de Venezuela», agrega la información, que indica que «el acceso consular a ciudadanos estadounidenses detenidos está severamente restringido y es muy poco probable que se le otorgue acceso al gobierno de los Estados Unidos. Las fuerzas de seguridad han detenido arbitrariamente a ciudadanos estadounidenses durante largos períodos. Las autoridades venezolanas no pueden notificar al gobierno de Estados Unidos sobre la detención de un ciudadano estadounidense».

La publicación del Departamento de Estado añade que si algún estadounidense dedica viajar a Venezuela debe tomar en cuenta algunas recomendaciones que tiene en su portal. 

(LaIguana.TV)