La jornada electoral del 03 de noviembre puso en la vitrina mundial todas las falencias del sistema político estadounidense, caracterizado por ser indirecto, racista, dependiente del dinero de las grandes fortunas del país y con una presencia de milicias armadas en los centros de votación que sería considerada inadmisible en muchos otros países.

En la noche de la fecha crucial de EEUU y mientras corrían versiones extraoficiales acerca de los primeros resultados, Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde Donde Sea, hizo una especie de tomografía del modelo de elección y de los usos y costumbres del voto en el país del norte. El estudio demuestra que la democracia que se postula como paradigma universal tiene aspectos cuestionables muy medulares.

“En EEUU no gana quien tengan más votos porque el elector no vota directamente por el candidato presidencial, sino por un gran elector que luego votará por quien él quiera. Se han dado casos de que el elector cambia la voluntad mayoritaria del ciudadano. Es complicado e injusto. Me he divertido mucho viendo las cadenas de noticias internacionales en las que se le tilda como ‘interesante’ y ‘particular’, tratando de no ponerle nombres feos. Si este sistema existiera en Cuba o en Venezuela nos estarían obligando a cambiarlo. Igual que el porte de armas el día de elecciones. Cuando se trata de EEUU, todo es ‘interesante’ o ‘digno de notar’. Cuando pasa en otros países, son actos de atraso político y barbarie”, dijo.

Mencionó el comentario del intelectual Atilio Borón, quien mostró fotografía de personas armadas con armas de guerra en los centros de votación. Borón se preguntó qué pasaría si esta foto de hordas armadas se tomara en Cuba, Venezuela o su natal Argentina. Pérez Pirela respondió que dirían que se trata de una dictadura, de una situación que presagia la guerra civil. “Dirían de todo menos que es una democracia. Por cierto, eso se parece a lo que pasa en Colombia, donde fuerzas paramilitares o guerrilleras acompañan gentilmente a los ciudadanos a votar”, dijo.

Recalcó que cuando un estadounidense vota, tal como se les vio hacerlo el martes, no lo hace por el candidato sino por el gran elector. Cada estado tiene asignado uno número de electores. En algunos estados, los electores pueden votar diferente a la mayoría. El candidato ganador reclama todos los votos electorales de ese estado. Se hace con el estado entero. El número mágico es 270 votos para ganar la presidencia. Por eso hay estados clave, como California que tiene 55 votos; Pensilvania, Wisconsin y Michigan, tienen 46; y Florida, 29.

Cinco presidentes han llegado a la Casa Blanca sin ser el candidato más votado. El más reciente fue  Trump, que tuvo 46,15% de los sufragios, frente a 48,17% de Hillary Clinton en 2016, pero ganó en los colegios. En 1824, John Quincy Adams fue electo a pesar de que no ganó ni en el voto popular ni en los colegios. En 1829, Andrew Jackson ganó en ambos, pero no fue declarado presidente. En 1876, el demócrata Samuel Tilden fue el candidato más votado, pero no consiguió los votos electorales y se declaró presidente a Rutherford Hayes. En 1888, Grower Cleveland, que buscaba la reelección, ganó en el voto ciudadano, pero fue derrotado en los colegios por Benjamin Harrison. En 2000 ganó Al Gore en voto popular, pero el resultado se decidió en la Corte Suprema que dio la victoria  George W. Bush por 537 votos de ventaja en Florida.

Solo para millonarios

Otro de los aspectos por los que puede cuestionarse el cariz democrático de EEUU es el de los costos de la actividad política y, específicamente, de las elecciones.

Para ser candidato presidencial en EEUU hay que tener detrás un sistema multimillonario. Las campañas se pagan con fondos privados. Los contendores tienen que comprometerse con las corporaciones que los respaldan y llegan a la presidencia o a sus cargos legislativos debiéndoles favores a las grandes fortunas”

Valiéndose de dos fuentes diferentes, expuso los costos globales de la participación en los comicios. La primera fuente indica que el partido Republicano recaudó 1 mil 570 millones de dólares, de los cuales gastó 1 mil 490 millones. Mientras tanto, el partido Demócrata recaudó 1 mil 510 millones de dólares y gastó 1 mil 290.

Los principales donantes de la candidatura de Trump son las empresas de juegos de azar, finanzas e inmobiliarias. Los de Biden, en tanto, pertenecen a los sectores de finanzas, valores e inversión y bufetes.

Según esta fuente, en 2016, Trump había gastado 322 millones de dólares, en tanto que Bush, en 2004, invirtió 367 millones en su campaña. Obama, en 2012, gastó 775 millones de dólares.

La segunda fuente de datos es menos conservadora. Dice que entre ambos partidos se gastaron en estas elecciones 14 mil millones de dólares. 52% de ese monto se habría usado para las legislativas y 48% para las presidenciales. Los demócratas gastaron 6 mil 900 millones de dólares, los republicanos 3 mil 800 millones y otros partidos, 3 mil 700 millones de dólares.

“Surgen preguntas como: ¿puede realmente alguien fuera de este establishment ser candidato presidencial en EEUU? y ¿podemos hablar de democracia en EEUU?”, expresó.

Datos del 3N

Sobre el proceso electoral que llegó a su cénit el martes 3 de noviembre, ofreció datos importantes. Señaló que una cifra récord, 100 millones de electores, votaron antes de este día final. 80 millones lo hicieron por correo y 20 millones presencialmente en centros habilitados para el voto anticipado. Para la fecha electoral propiamente dicha se esperaba que votaran 56 millones más. Estaban llamados a participar 240 millones, pero se estimaba que alrededor de 90 o 100 millones se abstendrían, según los promedios históricos.

“En 2016 votaron 33 millones de electores vía correo. Ahora se llegó a 80 millones en 2020, debido a la pandemia. Nunca se había votado tanto por correo, pero no es cierto que sea un procedimiento nuevo.  Por el contrario, viene aplicándose desde la guerra civil, cuando se estableció para que los soldados y otras personas movilizadas de sus lugares de origen pudieran votar. Trump golpeó muy duro al voto por correo. Dijo que los demócratas pretendían hacerle fraude con este tipo de voto. Por primera vez, un presidente en ejercicio expresa dudas sobre el sistema electoral. Llegó a declarar que a un conocido suyo le llegó la papeleta para que votara su perro  y otro le entregaron la de un hijo fallecido hace siete años. Trump estuvo generando desconfianza en el voto por correo desde hace meses y hasta el mismo día de las elecciones. En la mañana llamó a votar temprano, alegando que los votos válidos serían los que se emitieran antes de la medianoche. Eso es mentira, era una amenaza, pues los votos seguirán llegando por correo después de las elecciones según la normativa de cada estado”, puntualizó.

Continuando con el análisis, expresó que según algunos estudios “la distribución de colegios favorece los intereses del partido Republicano. 66% de los votantes son blancos y 34% de las llamadas minorías: afrodescendientes, latinos, indígenas”.

En cuanto a la composición etaria del padrón, precisó que las personas nacidas antes de 1946 (la Generación Silenciosa), son 9% de la población votante; los nacidos entre 1946 y 1964 (los Baby boomers), son 28%;  los votantes que nacieron entre 1965 y 1980 (Generación X) representan 26%; los nacidos entre 1981 y 1996 (los Millennials), son 27%; y los nacidos desde 1996 (Generación Z), son el 10% de la masa votante.

Investigadores sugieren que el sistema es racista y favorece a los republicanos por la distribución de los votos porque la demografía es clave en la determinación de la media electoral. El sistema bipartidista absorbe disensos que podrían representar posiciones de movimientos políticos independientes a las agendas demócrata y republicana. Quien gana se lo lleva todo. Las disidencias no están permitidas por la estructura misma del sistema. “Es una trampa muy bien hecha”.

Posibles complicaciones del conteo

El filósofo y comunicador presentó también una lista de las situaciones que podrían complicar el escrutinio final de los votos.

-El servicio postal, que tiene a su cargo el traslado de la inusual cantidad de votos emitidos en esta oportunidad, ha sufrido recortes de personal y presupuesto. Esto se considera un intento de los republicanos para perjudicar el voto por correo, a sabiendas de que favorece a Biden. Se sabe que el conteo de estos sufragios puede retrasarse varios días. En Michigan, por ejemplo, se espera que se prolongue hasta el jueves 5 de noviembre.

-Problemas con la firma verificadora en los más de 30 estados que la exigen. En algunos casos la verificación es automatizada, pero en otros es manual. Las firmas evolucionan a lo largo del tiempo. En caso de votos objetados por la firma se contempla proceso de verificación contactando al votante, que tarda tiempo.

-Votos desnudos. Algunas veces el votante olvida colocar la papeleta dentro del sobre o funda de privacidad. Los votos desnudos, como les llaman, no pueden ser contados en algunos estados, como Pensilvania.

“Algunos dirán que estos son detalles menores, pero es que si las cosas se ponen feas, esto se ganará y se perderá por detalles –aseguró-. Los demócratas y Biden o ganan arrasando o esto se va a complicar. Recuerden lo que pasó en 2000. Y Trump, que no es tonto, tiene todo previsto. Antes de las elecciones nombró jueces de la Corte Suprema (que podrían favorecerlo si la elección llega a decidirse en esa instancia) y designó como jefe del correo a un amigo suyo, uno de los contribuyentes de su campaña”.

Entre los demócratas estaban convencidos de que cada voto iba a resultar crucial. La bancada de ese partido posteó un tuit con el siguiente aserto: “Voten como si vuestra vida dependiera de ello”.

Florida, estado clave

Subrayó una vez más la importancia del estado de Florida en esta elección y la participación que tuvieron ciertos presidentes suramericanos a favor de la campaña de Trump en esa entidad.

“Aquí hacemos referencia a la denuncia del embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Samuel Moncada, quien dijo que Trump usa a agentes latinoamericanos para manipular el voto de extranjeros en Florida. ‘Cómo explicar que Trump viola la soberanía de los votantes de EEEUU, usando a sus agentes en Colombia, Brasil y Venezuela para voltear las elecciones en Florida. Duque, Bolsonaro y Guaidó son tuercas de la maquinaria de Trump’, planteó Moncada en un tuit hace varios días. El caso de Duque es flagrante. Ha prestado el gobierno de Colombia para realizar campaña a favor de Trump en Florida”.

El presentador de Desde Donde Sea quiso revisar también otros aspectos del contexto internacional de esta elección. “Las protestas contra el racismo que comenzaron en EEUU llegaron hasta Europa hace meses. El contexto europeo no es el mejor por rebrote de la pandemia y por las protestas que se están presentando en Francia, España, Italia por ciudadanos que no aceptan las medidas de protección de los gobiernos. Hubo más de 60 detenidos en España. No protestan solo por las medidas de confinamiento. También por los problemas económicos, el desempleo y la situación laboral de los jóvenes. Los noticiarios europeos y estadounidenses dicen que protestaban porque querían celebrar el Día de Todos los Santos, pero eso es parte de su afán de encubrir las verdaderas causas del malestar. Según datos del Ministerio de Sanidad, ha habido un nuevo récord de contagios en varios lugares, con más de 20 mil nuevos contagios por día, y ya hay más de 35 mil 800 fallecidos desde el inicio de la pandemia. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que ‘la conducta violenta e irracional de grupos minoritarios es intolerable y no es el camino”. ¿De verdad esto lo dijo Sánchez, el mismo que acaba de reunirse con el terrorista Leopoldo López, que aquí lanzó las mal llamadas guarimbas, que fueron actos continuados de violencia durante meses y meses, con gente quemada viva? Interesante que escriba esto a pocos días de esa reunión”.

Un usuario comentó: “Apenas llegó Leopoldo López a España, se armó el bochinche”.

La situación europea se complementa con las cadenas de atentados terroristas en Viena, que dejaron 4 muertos, incluyendo un agente de policía, y 15 heridos. El ministro del Interior de Austria, Karl Nehammer, instó a los ciudadanos a quedarse en casa después de los múltiples tiroteos registrados en el centro de Viena y dijo que el causante de los desmanes tenía un fusil de asalto y un cinturón falso de explosivos. Los atentados siguieron a otro, ocurrido en Niza, Francia, el lunes.

Propaganda para estúpidos

Mientras continuaban circulando los datos parciales y extraoficiales sobre las elecciones en los diversos estados, Pérez Pirela reflexionó, en interacción con la audiencia, acerca del difícil dilema al que se vieron expuestos los estadounidenses por tener que escoger entre estos dos abanderados.

“Trump ha dicho que si pierde con un candidato tan malo se irá de EEUU. Tiene razón porque si hay un mal candidato, ese se llama Joe Biden. Lo que pasa es que su jefe de campaña es el mejor de todos: la Covid-19. Sin Covid-19, Biden no le aguanta un round a Trump. Se lo hubiera comido vivo. Biden es candidato por las presiones de las familias Obama y Clinton, que prácticamente manejan al Partido Demócrata. En condiciones normales, Trump habría sido reelecto sin problemas porque mantuvo bastante bien la economía que le entregó Obama y se aprovechó para establecer condiciones favorables para las grandes fortunas y apostando al fracking”, enfatizó.

“Trump fundamentó su campaña en 2016 en criminalizar a los mexicanos y prometió un muro, y en cambio este año la sustentó en que él supuestamente ama a los latinos y hasta vota en Florida, donde tiene una mansión, una especie de castillo. Dice que ama a los latinos él, que es un presidente que piensa que Honduras, Guatemala y El Salvador son tres estados de México. Esto prueba que el nivel de la propaganda electoral en EEUU es de los más bajo. Parece que se le está hablando a estúpidos. Eso pone en claro el nivel de educación del pueblo estadounidense y el poco respeto que les tienen los políticos a los ciudadanos”.

Sobre la postura de los mexicanos ante el proceso electoral, observó que en ciertos casos puede parecer contradictoria, pues pese a los maltratos y desprecios de Trump, no son pocos los que lo apoyan, en particular los que ya residen en EEUU.

Apoyándose en la opinión de una usuaria, sostuvo que el viaje de Andrés Manuel López Obrador a EEUU en plena campaña fue un espaldarazo electoral a Trump. “Lo critiqué por eso, aunque me parece una persona sensata y seria”.

En el tramo final del programa (que tuvo varias interrupciones en su transmisión en Youtube), habló acerca de la mala reputación que tiene Trump, incluso entre sus allegados y en la estructura misma del Estado norteamericano. Una evidencia de ello es una estadística que ubica entre 20 y 60 el número de mentiras que el mandatario propala diariamente de manera pública. También mencionó informaciones en las que se indica que funcionarios de entes de seguridad del Estado, como el FBI y la CIA y otros del servicio exterior consideran que es insostenible un período de cuatro años más con Trump a la cabeza.

Con respecto a las repercusiones para Venezuela, repitió lo dicho programas anteriores, en el sentido de que Biden es más peligroso para Venezuela porque puede tomar acciones como una invasión o más medidas coercitivas unilaterales y contar con apoyo externo, ya que actuaría de forma políticamente más correcta que el impresentable Trump.

Libro

Recomendó el libro Viajes del filósofo francés Alexis de Tocqueville, justamente por ser un esclarecedor análisis de la democracia de EEUU cuando se encontraba en sus primeros años.

(LaIguana.TV)