La pandemia causada por la COVID-19 alrededor del mundo ha originado una batalla farmacéutica en distintos países que buscan conseguir la vacuna más efectiva contra la enfermedad que ha dejado alrededor de 1 millón 320.000 víctimas mortales y casi 55 millones de personas contagiadas.

El pasado lunes, 9 de noviembre, la alianza de laboratorios Pfizer (de Estados Unidos) y BioNTech (de Alemania) informaron que su vacuna tendría una efectividad «de más del 90%», sin especificar cuál sería la cifra real.

La revista Nature dijo sobre este anuncio que los resultados de Pfizer se basaron en un análisis preliminar hecho después de haberse detectado 94 casos de COVID-19 entre los participantes de su estudio y cuando 38.000 de los 43.000 participantes ya habían recibido las dos dosis de la vacuna que están creando.

Luego, este lunes 16 de noviembre, el anuncio más reciente sobre la efectividad de la vacuna en desarrollo lo hizo la empresa de biotecnología estadounidense Moderna, que aseguró que su vacuna tiene una efectividad de 94,5%, esto según un comunicado reseñado por AFP y fundamentado con base en los estudios realizados en su ensayo clínico en Estados Unidos.

Otras de las vacunas que se están creando es la de AstraZeneca, mejor conocida como la vacuna de Oxford, Inglaterra, y que a pesar de no haber emitido un nuevo reporte sobre su efectividad en los últimos días, los primeros ensayos determinaron que tenían una eficacia apenas por encima del 50%.

Vacunas de Rusia y China superan 90% de efectividad

Entre tanto, otra de las vacunas con potencial a ser exitosa es la Sputnik V, creada en Rusia por el Centro Gamalaya de Investigación en Epidemiología y Microbiología y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF).

El miércoles de la semana pasada, 11 de noviembre, los desarrolladores de la Sputnik V informaron que los primeros resultados preliminares de la última fase de pruebas clínicas de la misma sugieren que tiene una efectividad del 92%. Esto con base a información obtenida en Rusia, Bielorrusia, India y Venezuela.

La estimación se basa en datos preliminares de un ensayo clínico de Fase III en el que participan 40.000 voluntarios, de los cuales 16.000 ya han recibido las dos dosis que conforman la vacuna.

Más específicamente, fue «calculada con base en los 20 casos confirmados de COVID-19 divididos entre individuos vacunados y aquellos que recibieron el placebo», se lee en el comunicado. «La eficacia se demostró sobre la base de un primer análisis intermedio obtenido 21 días después de la primera inyección», agrega el mismo.

Un dato importante es que el RDIF evaluó la eficacia de la vacuna después de la primera dosis de la vacuna, aunque se necesitan dos dosis de la vacuna y tres semanas para que se desarrolle la respuesta inmunitaria.

Por los momentos, todos los datos que han informado las empresas que desarrollan vacunas son cifras preliminares de ensayos clínicos que todavía no han concluido. Por eso, la evaluación adecuada de la seguridad y eficacia de las vacunas será posible, realmente, cuando se hayan publicado los datos completos de los ensayos.

Otra vacuna que tendría una efectividad superior al 90% es la Ad5-nCoV, desarrollada por compañía china CanSino Biologics, el Instituto de Biotecnología de Beijing (BIB) y Academia de Ciencias Médicas Militares de China. Esta vacuna utiliza la misma tecnología para desarrollar la vacuna contra el ébola (Ad5-EBOV) y los datos sobre su eficacia obedecen a estudios preliminares para realizados en fase 1 y 2, que demostraron que con una sola dosis alcanza la respuesta inmunológica requerida.

Las cuatro potenciales vacunas de Cuba

La ciencia y la biotecnología de Cuba son de las más avanzadas del continente americano, y ello ha puesto al país caribeño —bloqueado totalmente por Estados Unidos— en una posición privilegiada en cuanto al desarrollo de la vacuna con respecto al resto de países vecinos.

Cuba posee amplia experiencia en desarrollar vacunas para otras enfermedades, y para luchar contra la COVID-19 han logrado poner en marcha cuatro tipos en desarrollo.

El diario Granma de Cuba informó el grupo empresarial BioCubaFarma, a cargo de Eduardo Martínez Díaz, que la isla caribeña tiene cuatro candidatas para la vacuna anti COVID-19, sobre todo en las dos que están más desarrolladas: las Soberana 01 y Soberana 02, dos alternativas que desarrollan los científicos cubanos para conseguir con más probabilidades un medicamento efectivo contra la enfermedad.

El doctor Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba, dijo sobre las dos Soberanas que «el camino era diversificar las alternativas para poder vencer ese reto de manera eficiente y clara».

Las dos utilizan el mismo antígeno, producido por la célula CHO y mediante la biotecnología, con la intención de producir anticuerpos.»Aspiramos lograr, con una dosis de una de las formulaciones de Soberana 01, subirles las defensas a estas personas asintomáticas para evitar que puedan tener una recaída», comentó el doctor.

Sobre la Soberana 01 se detalla que su seguridad «es muy alta» y que no hay efecto secundario importante. Entre tanto, de la Soberana 02, una vacuna en la cual se combina el antígeno del virus y el toxoide tetánico, se ha concluido, hasta ahora, que una de sus formulaciones provoca una respuesta inmune potente.

Las otras candidatas cubanas contra el coronavirus son «Mambisa» y «Abdala». El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) entregó hace pocos días la documentación para solicitar la inscripción, ante el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, de esas dos nuevas candidatas para que puedan entrar en fase de desarrollo clínico.

Una de ellas se denomina Mambisa (CIGB 669), que se administra vía intranasal. “Según los estudios realizados en primates, descubrimos que este candidato tiene la capacidad de generar esos anticuerpos y cumple con el resto de los objetivos propuestos”, explicó Eulogio Pimentel Vázquez, director del CIGB.

Por otro lado, está Abdala, administrada por vía intramuscular, con la que se pretende realizar un ensayo clínico y evaluar su eficacia. Es la cuarta alternativa diseñada por Cuba.

Por los momentos, hay cientos de vacunas en desarrollo y alrededor de una docena se encuentran en las etapas finales de prueba. Una de ellas es la Janssen, que fabrica la multinacional estadounidense Johnson & Johnson y que aún no determina su efectividad por presentar problemas en sus ensayos clínicos.

Se espera que en los próximos días se den nuevos anuncios de otras candidatas que compiten por ser las primeras en un mundo que anhela dejar atrás la pandemia de la COVID-19.

(LaIguana.TV)