En Desde Donde Sea, el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela mencionó algunos de los aspectos que definieron la política del actual presidente estadounidense, Donald Trump, hacia los migrantes latinoamericanos, siempre en función de intereses electoreros.

México, país con el que comparte amplia frontera, se ha negado a reconocer la victoria de ninguno de los candidatos que compitieron en las elecciones del pasado 3 de noviembre, comentó el experto.

Así, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de su embajadora en Washington, Martha Bárcenas, se abstuvo de saludar la victoria del demócrata hasta tanto no se resolvieran «los conflictos postelectorales y las autoridades estadounidenses reconozcan oficialmente al ganador».

Pérez Pirela recordó asimismo que, en 2016, Trump ganó la primera magistratura ofreciendo un muro para frenar el arribo de «mexicanos» (forma genérica para referirse a las personas de origen latinoamericano), a los que tildó repetidas veces durante la campaña de «violadores», «asesinos» y «delincuentes», pero en esta ocasión, urgido de los votos latinos en el estado de Florida, cambió de táctica y abandonó el discurso abiertamente xenófobo y racista, optando por pronunciar lisonjas hipócritas.

«Hace cuatro años, los latinoamericanos —en este caso, los mexicanos— éramos violadores y asesinos, cuatro años después necesitaba el voto latino y ahora somos unos ‘muchachos buenos’ y unas ‘muchachas chéveres’, buena gente, trabajadores… Qué hipocresía», puntualizó.

Para concluir, cuestionó a los latinos en los Estados Unidos que se prestaron para seguirle el juego a Trump: «Bien pendejos los latinos en Estados Unidos que se prestan para esto, porque Donald Trump es un enemigo de los latinos. Un enemigo jurado», fustigó.

(LaIguana.TV)