En Desde Donde Sea, el doctor en Filosofía, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, analizó las dimensiones de la profunda crisis económica, política, social y ambiental en la que está inmersa Colombia, como respuesta al silencio mediático reinante.

El experto señaló que la crisis multiforme del vecino país tiene manifestaciones concretas, como las masacres, las protestas de calle, la pandemia y los efectos de la tardía actuación gubernamental ante las catástrofes naturales que recientemente golpearon al país.

El descontento popular se concretó en la convocatoria a un paro nacional de 48 horas por parte del Comité Nacional del Paro, iniciativa que fue secundada «por numerosas organizaciones sociales, sindicales, indígenas, estudiantiles», a las que se añadieron productores campesinos y pecuarios, relató Pérez Pirela.

De su lado, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) informó que en este paro se le exigiría al gobierno de Iván Duque que dialogue «con todos los actores sociales», algo a lo que Bogotá se ha negado reiteradas veces.

Los convocantes, por su parte, insistieron que sus acciones pretendían reivindicar «la protección a la vida, la democracia y la paz».

Concretamente, le exigen «al gobierno que inicie la negociación del Pliego de Emergencia ya presentado en junio pasado, resumido en los seis puntos que contienen las necesidades más sentidas de los colombianos». Además, «solicitan una renta básica, salud, matrícula cero para los estudiantes de las universidades públicas y subsidios para los estudiantes de las universidades privadas», puntualizó el también director de LaIguana.TV.

Ante estas demandas, tanto el mandatario como su gobierno se han mostrado intransigentes –lo que, en opinión del analista, es un signo de debilidad– y además de marcharse de la capital al ser requerido por los manifestantes, se ha negado a reunirse con ellos, señalando que «ni dialoga ni negocia».

«Esto de ‘ni se dialoga ni se negocia’ puede terminar en un gravísimo ‘impasse’, en una gravísima crisis en Colombia, que todavía puede estar peor de lo que está, aunque los medios de comunicación no quieran hablar de ello», advirtió.

El paro, asimismo, pretendía solidarizarse con comunidades de los departamentos de Providencia, San Andrés, Chocó, Guajira, Antioquia, que resultaron afectadas por una emergencia climática a mediados de noviembre, en tanto no confían en las promesas de atención formuladas desde el Ejecutivo.

Mientras las poblaciones eran golpeadas por la naturaleza, Miguel Ángel Pérez Pirela refirió que, en ejercicio propagandístico, «medios de comunicación estadounidenses y europeos trataron de presentar a Duque como un presidente proactivo, que estaba en el lugar de los hechos mientras se daban las catástrofes naturales».

Otra de las demandas de los y las colombianas a su gobierno es que «no se difamen más las luchas sindicales, por la paz, por el medio ambiente y por la defensa de los derechos humanos», lema que esencialmente adoptaron para la convocatoria al paro nacional.

De otro lado, comentó, «los organizadores del paro consideran que la administración Duque ‘ha entrado en una muy preocupante deriva autoritaria’ y explicó que en el vecino país, «decir autoritario, no quiere decir solamente usar la policía y a los militares, sino también usar a los paramilitares para masacrar gente«.

Como soporte a su grave acusación, los organizadores señalan que «el gobierno colombiano hace trizas los acuerdos de paz, permite la presencia de tropas de Estados Unidos y burla los fallos de las Cortes».

El último punto, detalló el analista, hace referencia «a las maniobras legales que culminaron con la libertad inmediata otorgada al expresidente Álvaro Uribe, verdadero mandatario detrás de bastidores del gobierno colombiano».

(LaIguana.TV)