La burguesía siempre tendrá en la cabeza que es clase dominante. Así pareció pasarle a Henrique Capriles Radonski, quien en pleno acto con sus trabajadores pronunció las siguientes palabras: “Yo no soy un trabajador, soy un empleador”.

 

La mentalidad oligarca prolifera en todos los dirigentes de la oposición quienes, mintiéndole al pueblo, ocultan sus verdaderos rostros que revela que en realidad son explotadores inescrupulosos, que se aprovechan de la mano de obra de los empleados para solo sacar beneficio económico propio.

 

(LaIguana.TV)

 

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