El diario estadounidense The New York Times informó que el régimen de Donald Trump realizó una misión secreta en Cabo Verde durante el pasado mes de noviembre, isla africana donde se encuentra secuestrado el agente especial de Venezuela, Álex Saab, tras ser detenido ilegalmente por las autoridades policiales de ese país cumpliendo una petición de Estados Unidos que viola su inmunidad diplomática.

De acuerdo con el rotativo neoyorquino, la misión secreta fue enviada en el crucero USS San Jacinto de la Marina de Estados Unidos supuestamente para era «evitar cualquier maniobra de Venezuela e Irán para lograr la liberación de Saab», quien está secuestrado en la mencionada isla desde el pasado 12 de junio.

La información fue revelada este martes por The New York Times, que explica que el operativo se puso en marcha una vez que el agente diplomático venezolano fue secuestrado a petición de la administración Trump.

La misión secreta, dice el medio estadounidense, se llevó a cabo a pesar de la constante negativa del ex secretario de Defensa Mark Esper, quien durante meses rechazó enviar un buque de la Marina a Cabo Verde, al considerar que era un mal uso del poderío militar estadounidense.

«La sigilosa llegada del San Jacinto, un crucero misilístico de la clase Ticonderoga, al país insular coincidió con el momento en que Esper fue despedido por Trump, a principios de noviembre. Christopher C. Miller, actual secretario de Defensa norteamericano, aprobó rápidamente el despliegue del buque de guerra desde Norfolk, Virginia. Con su aprobación, el barco cruzó el Atlántico para vigilar de cerca cualquier movimiento o maniobra en torno a Saab», añade el diario.

Explica que Esper —desde el comienzo— se mantuvo firme en su posición: de lograrse la extradición de Saab, debía llevarse a cabo sin la intervención de un buque de guerra de la Marina de Estados Unidos. Pese a esto, el Gobierno envió en agosto el barco de la Guardia Costera Bear a Cabo Verde. El comandante Jay W. Guyer, portavoz de la Guardia Costera, argumentó que la nave fue utilizada un patrullaje conjunto con la Guardia Costera de Cabo Verde “para contrarrestar la pesca ilegal, no regulada y no declarada”.

Por su parte, The New York Times señala que el mes pasado dos países de África Occidental, a pedido del Departamento de Estado norteamericano, negaron el permiso para repostar en sus aeropuertos a un avión iraní con destino a Cabo Verde. Los funcionarios indicaron que era posible que el avión trasladara a espías iraníes, comandos o tal vez sólo abogados para anular la extradición de Saab. Ante la negativa de esas naciones, el avión voló de regreso a Teherán.

Los partidarios del despliegue de la Marina, como Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos ante Venezuela e Irán, subrayaron que la presencia del San Jacinto —con un costo operativo de 52.000 dólares al día—, había disuadido cualquier intento de Venezuela e Irán de operar en suelo caboverdiano en apoyo de Saab.

El Comando de África del Pentágono, no obstante, no reconoció la misión secreta del buque aunque sí su presencia en el país. De acuerdo a The New York Times, Kelly Cahalan, portavoz del Comando, dijo que el barco fue enviado a Cabo Verde “para combatir la actividad marítima transnacional ilícita” en la región.

El medio añade que la misión secreta habría concluido la semana pasada, luego que el San Jacinto recibió la orden de volver a Norfolk para asegurar que los 393 miembros de la tripulación estén en casa para Navidad y Año Nuevo. Agrega que un alto funcionario del Pentágono manifestó que hasta el momento no se ha decidido si enviarán otro buque de la Marina después de las vacaciones.

El empresario fue detenido el pasado 12 de junio cuando su avión hizo escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de la isla caboverdiana de Sal.

(LaIguana.TV)