La Unión Europea (UE) emitió este lunes 25 de enero un comunicado para actualizar su postura sobre Venezuela, luego de que en las últimas semanas se vieran enredados en torno al tema de desconocer finalmente a Juan Guaidó, quitarle el apoyo que le habían brindado desde 2019 y tratar de salvar su imagen «democrática» ante el mundo, sobre todo después que la nueva Asamblea Nacional venezolana asumiera su periodo legislativo que comenzó el pasado 5 de enero de 2021 y culminará en 2026.

En ese sentido, la UE no deja de ser ambigua en sus decisiones con respecto a Venezuela porque a pesar de que asegura que no reconoce al nuevo parlamento venezolano, electo el pasado 6 de diciembre de 2020 y que asumió su mandato el 5 de enero pasado, también desconoce a la extinta AN de 2015, tras decidir llamar a quienes fueron sus diputados como «actores e interlocutores privilegiados».

Para tratar de disimular su nueva postura sobre Venezuela, la UE dice lamentar «profundamente» que las elecciones legislativas en Venezuela se realizaran -según ellos- sin un acuerdo nacional sobre condiciones electorales, esto a pesar que estuvieron involucrados todos los sectores políticos salvo el ala extremista de la oposición referenciada en Juan Guaidó; y además alegan que supuestamente no se cumplió «con los estándares internacionales para un proceso democrático», algo que resulta contradictorio pues el Poder Electoral venezolano invitó a la UE a que asistiera como veedor del proceso comicial.

Con estos argumentos, la UE -que no tiene moral para hacerlo tras rechazar la invitación de Venezuela para que observara directamente las elecciones- dice que en consecuencia, no puede reconocer el proceso electoral del 6 de diciembre como «creíble, inclusivo o transparente» y, por tanto, «su resultado no puede considerarse representativo de la voluntad democrática del venezolano».

En su confuso comunicado, donde le quitan todo reconocimiento a Guaidó como «presidente interino» o «encargado» pero se atribuyen indicaciones injerencistas, la UE asegura que da «todo su apoyo» a los que trabajan por «un futuro democrático» para Venezuela; y llama a que se garanticen los derechos políticos y civiles, así como «la liberación incondicional» de todos los «presos políticos».

En ese sentido, la UE dice que «la libertad y seguridad» sobre todo la de los «representantes» de la «Asamblea Nacional saliente de 2015», en especial la de Juan Guaidó, a quienes califica como «actores e interlocutores privilegiados».

En el mismo texto, la UE alienta a «la oposición democrática» a adoptar una postura unificada con miras a un proceso inclusivo de diálogo y negociación, pues consideran que «la única forma de salir de la crisis en Venezuela es reanudar las negociaciones políticas con prontitud y establecer urgentemente un diálogo y un proceso de transición (…) que conduzca a elecciones locales, legislativas y presidenciales transparentes».

«Para que esta negociación sea un proceso exitoso debe ser inclusivo, involucrando a representantes de las autoridades y de la oposición democrática, así como de las organizaciones de la sociedad civil», dice la UE.

Luego añaden que «no puede haber salida a la crisis política si los ciudadanos temen ser arrestados y perseguidos, incluidos sus familiares. La UE estará atenta a cualquier acto de represión, en particular contra miembros de la oposición, representantes de medios y de la sociedad civil».

En el mismo informe la UE, que promueve y recrudece el bloqueo total contra Venezuela y secuestra sus recursos en el extranjero, hecho que se traduce en el saboteo continuado y desmejoramiento de su calidad de vida, asegura que estar «profundamente preocupada (…) por la emergencia humanitaria cada vez más desesperada en Venezuela, agravado por el impacto del COVID-19, que debe ser abordado con urgencia».

La postura de la UE añade la exigencia de «acceso total y sin obstáculos» para el personal humanitario como para los suministros y el establecimiento de las condiciones necesarias para que los agentes, en particular las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s), todas en su mayoría proclives a las acciones sediciosas vinculadas a la farsa Guaidó, realicen su trabajo «sin intimidaciones».

Sin embargo, la UE asegura que seguirá «participando y trabajando con todas las partes interesadas en Venezuela» para fomentar el diálogo pacífico y la solución democrática y sostenible a las crisis en Venezuela.

Resalta que la UE también seguirá trabajando en estrecha coordinación con sus socios internacionales, en particular a través del Grupo de Contacto Internacional sobre Venezuela; mientras Estados Unidos hará lo propio con el Grupo de Lima.

(LaIguana.TV)