Argentina atraviesa la primera ola de calor del año, con temperaturas que alcanzan los 35 grados centígrados, y que este año generó un pico histórico de demanda de energía que como todos los veranos derivó en cortes de luz debido principalmente a las dificultades para invertir y mantener la calidad del servicio provocado por el congelamiento tarifario.

El calor sofocante eleva la demanda de energía para refrigeración, lo que motivó que en la tarde del martes (14.40 hora local) se alcanzará el récord histórico de demanda de potencia de energía eléctrica -26.398,47 megavatios-, según la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).

Se pasó el récord anterior, de febrero de 2018. «Esta vez explicado también por las particularidades de la pandemia. El sistema lo soporta bien porque, entre otras cosas, hubo una buena expansión de la potencia instalada entre 2016-2019», tuiteó Julián Rojo, director del Departamento Técnico del Instituto Mosconi.

Alrededor de 30.000 usuarios sin luz

Pese a que la capacidad de generar energía pudo haber soportado el pico de demanda, no así la distribución de energía, principalmente en la zona metropolitana de Buenos Aires, la más populosa del país y el área más comprometida en la calidad del servicio de las eléctricas.

Dos horas más tarde del pico de demanda, 49.137 usuarios sufrieron un corte de luz ayer y si bien el sistema se fue regularizando, hoy unos 30.000 usuarios todavía seguían sin servicio además de sufrir el calor sofocante.

«Cortes hay y es un problema a nivel distribución seguramente (de la empresa que presta el servicio)», explicó Rojo, debido a «fallas» en el sistema «por el bajo nivel de mantenimiento, obras no realizadas, saturación de capacidad de distribución», entre otros factores.

Los cortes se repiten todos los veranos porque las empresas no pueden financiarse con las tarifas que cobran a los consumidores.

(EFE)