A pesar de la gravísima situación que se vive en Centroamérica por las caravanas de migrantes que, aún en medio de la pandemia, han partido de Honduras con el propósito de arribar a los Estados Unidos a través de Guatemala y México, ni el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) ni la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, han declarado al respecto. 

El filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela señaló que esto contrasta con sus muy frecuentes pronunciamientos acerca de los migrantes venezolanos, que en los últimos años han abandonado el país por los efectos de las medidas coercitivas unilaterales impuestas desde Washington y alentados por campañas de descrédito promovidas inclusive por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

En el caso de Honduras, explicó, esta oleada migratoria que está teniendo lugar a pesar de la pandemia, tiene unas razones muy distintas, cuyos orígenes se remontan al golpe de Estado alentado por la administración Obama contra el expresidente José Manuel Zelaya en 2009, tras lo cual se instaló una sucesión de gobiernos que han empujado a que a inicios de este año, unas 9.000 personas hayan intentado abandonar la nación centroamericana a cualquier precio. 

En relación con la posibilidad de establecer un cerco epidemiológico en los países de tránsito para evitar una propagación mayor de los contagios de COVID-19, el también director de LaIguana.TV precisó que Guatemala y México intentan frenar el avance de los ciudadanos hondureños dentro de su territorio. 

A este respecto, medios de Honduras informaron que al menos 25 personas detenidas resultaron con un diagnóstico positivo, con el agravante que «estuvieron en contacto con cientos de personas en las caravanas», a lo que hay que añadir que los gobiernos no tienen la capacidad de brindarle atención médica a los migrantes que lo requieran, enfatizó el experto. 

(LaIguana.TV)