El verdadero interés del uribismo en aprobar la resolución que le permite a los migrantes venezolanos indocumentados acceder a un beneficio temporal en Colombia para trabajar y regularizar su situación dentro del territorio neogranadino pareciera que no es precisamente ayudar a estos ciudadanos, quienes ya viven los estragos de una sociedad colombiana llena de violencia, narcotráfico, pobreza y muerte, sino acceder a miles de millones de dólares que podrían obtener utilizando la bandera de «ayudar» y «contribuir» con estos ciudadanos.

De acuerdo con recientes declaraciones del Alto Comisionado de la Organización para las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, la decisión del régimen uribista de Iván Duque de «ayudar» a los venezolanos genera que Colombia tenga que requerir de «apoyo estructural y financiero» para ejecutar el programa de regularización.

Para ello, Grandi dice que Colombia tendría que acceder a por los menos 1.500 millones de dólares para atender la situación.

En ese sentido, ya el régimen de los Estados Unidos informó que aportará 500 millones de dólares sin decir de dónde serán sacados y cómo serán administrados en Colombia.

Los venezolanos en Colombia, por su parte, consideran que la nación neogranadina está envuelta en una fuerte crisis económica, política y social, que los ha llevado a comenzar a huir de ese país para, en la mayoría de los casos, regresar a Venezuela, mientras otros eligen nuevos destinos para emigrar como son los casos de países como Ecuador, Perú y Chile, cuyos gobiernos ultraderechistas han decidido militarizar las fronteras y capturar a la población migrante que va llegando por centenares para evitar su ingreso e inmediatamente deportarlos.

(LaIguana.TV)