La expulsión de la embajadora Isabel Brilhante, representante de la Unión Europea en Caracas, en respuesta a las nuevas medidas coercitivas unilaterales impuestas por este bloque a funcionarios del Estado venezolano, marcó la pauta informativa del día. El analista Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde Donde Sea, presentó estos hechos en el marco más amplio de la geopolítica. 

Para ello, evaluó también la postura del nuevo gobierno de Estados Unidos ante el bloqueo impuesto a Venezuela por Donald Trump y la conducta que ha mostrado inicialmente la administración de Joe Biden ante la crisis política de Haití y las elecciones en Ecuador. 
 
La inhabilitación de Guaidó

El examen partió de otra importante noticia nacional: la Contraloría General de la República inhabilitó por 15 años a Juan Guaidó y a otros 27 exdiputados de la Asamblea Nacional.  

El contralor Elvis Amoroso explicó que todos los funcionarios públicos están obligados a presentar su declaración jurada de patrimonio (anualmente y al iniciar y terminar sus ejercicios del cargo) para que el pueblo pueda tener información sobre el origen de sus bienes.  

Pérez Pirela lucubró sobre lo que le puede ocurrir a alguien que incurra en el desconocimiento de una norma tan elemental en Estados Unidos o los países de la UE. “Guaidó se ha hecho multimillonario en dos años, luego de autoproclamarse ilegítimamente presidente de la República y por eso se niega al escrutinio de la Contraloría General de la República”, aseveró.

El organismo contralor también inhabilitó a Luis Florido, Freddy Guevara (actor fundamental de los actos terroristas de 2017), Ismael García y Julio Borges (el supuesto canciller del supuesto gobierno encargado). 

Expulsada embajadora de la UE

Entró entonces en el análisis de lo ocurrido respecto a la Unión Europea, tras recordar que “Venezuela es blanco de los ataques diplomáticos no solo de los Estados Unidos sino también de esa especie de empresa transnacional quebrada que es la Unión Europea”. 

La principal noticia del miércoles 24 de febrero fue que Venezuela ordenó la salida del país en un plazo de 72 horas a la jefa de la delegación de la Unión Europea, Isabel Brilhante, tras declararla persona non grata. 

Esa fue la respuesta del gobierno de Nicolás Maduro a las sanciones impuestas esta semana por el bloque europeo a varios funcionarios del Estado venezolano.  

La UE aplicó estas represalias por considerar fraudulentas las elecciones legislativas del 6 de diciembre. “Se negaron a asistir como acompañantes, alegando que no había tiempo para preparar una delegación, hicieron todo lo posible por sabotear las elecciones, y luego de que se realizaron, las desconocen y pretenden castigar a quienes participaron en ellas. Este es un proceder colonialista, más propio del siglo XVI o XVII. Como si las sanciones de la UE a Venezuela cambiaran en algo la realidad del país”, dijo. 

La respuesta de Venezuela tiene fundamentos. “Lo hacemos porque van 55 sanciones, como si tuvieran ellos la autoridad moral, que no la tienen, ni tampoco legal para imponer castigo alguno”, expresó el Gobierno en su declaración oficial al respecto. 

Asimismo, Venezuela entregó una nota de protesta a los embajadores de España, Juan Fernández Trigo; de Francia, Roman Nadal; de Alemania, Daniel Kriener y de Países Bajos, Robert Schuddeboom, por ejercer presiones para que se impusieran sanciones a 19 funcionarios del Estado. “Estos cuatro gobiernos actuaron con la mayor mala intención para fomentar nuevos ataques con estas pretendidas medidas coercitivas, pretendidas sanciones contra Venezuela”, puntualizó el documento de la Cancillería venezolana. 

“Parece que la UE se quedó mal pegada, como decimos acá en Venezuela, con las lógicas de Donald Trump”, expresó Pérez Pirela. 

La reacción de la UE llegó a través de la portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Nabila Massrali: “La UE lamenta profundamente esta decisión que no hará más que aislar a Venezuela internacionalmente. Pedimos que se revierta esta decisión”, expresó la vocera. 

“Es sarcasmo puro, ironía de la peor. Los señores nos sancionan, nos bloquean, se alinean con las políticas de Donald Trump y cuando Venezuela responde, piden que la decisión se revierta. Dicen que la expulsión de la embajadora aísla a Venezuela del mundo. Pero La UE no es el mundo, está muy lejos de serlo. Venezuela tiene presencia actualmente en instancias importantísimas de las Naciones Unidas. Se va esta señora y no nos cambia nada: tenemos el mismo socio prioritario, que es China. Estos dirigentes europeos se quedaron bien rezagados en la historia. Lo que pasa es que como hay países en América Latina que se postran ante ellos, que les tienen miedo a los europeos o los admiran mucho, creen que todos son iguales. No es así. Que sigan robándose mascarillas y otros insumos entre ellos. Creo que la última cifra es que uno de cada diez europeos está infectado de coronavirus. Están sumergidos en una crisis económica, sanitaria y social sin precedentes. Hay que ver cómo han reprimido España y Francia las protestas de sus pueblos. ¿Qué legitimidad tienen estos gobiernos?”, comentó el presentador. 

Lo que dice EEUU

Pérez Pirela argumentó que si la UE está arremetiendo de forma tan brusca, y si Venezuela ha respondido de manera impactante, es bueno revisar que está pasando en EEUU, que son los mandamases de los europeos. 

En ese sentido citó las opiniones del asesor de Biden sobre Asuntos de América Latina, Juan González. “El Gobierno de EEUU procurará la celebración de un futuro diálogo entre los diferentes sectores políticos de Venezuela”, dijo este funcionario. 

Para ahondar en el análisis, leyó textualmente uno de los tuits de González: “La democracia a Venezuela no llegará mañana. Tomará tiempo. Tenemos que empujar a que el régimen se siente con la oposición a negociar una salida. Los venezolanos son los que tienen que hablar del futuro del país”. 

Sobre las sanciones impuestas por Donald Trump a Venezuela, indicó que “no es una prioridad de la administración Biden levantarlas, sino empujar un diálogo entre los dos lados para lograr un resultado democrático”. 

“Otra vez ironía pura. Creen que somos estúpidos. Dicen que no están de acuerdo con las sanciones que impuso Trump, pero no tienen tiempo para levantarlas”, subrayó Pérez Pirela. 

“Me parece que las declaraciones de este señor González muestran que están sintiendo cierta impotencia. Tienen sueños eróticos en los que Maduro se va a sentar a negociar su propia muerte política con unos dirigentes a los que ya derrotó y archiderrotó, tanto que ya no pintan nada en la política de Venezuela. Yo he dicho que creo que los demócratas quieren lograr un diálogo, pero deberían entender que no lo van a imponer a punta de sanciones y bloqueos. Si los demócratas van a seguir con la lógica de sanciones y bloqueos no van a llegar a ninguna parte”. 

El moderador del programa evaluó la variable del tiempo en el escenario actual y considero que “si hay alguien que no está apurado se llama Nicolás Maduro Moros, porque él está sentado en la silla presidencial en Miraflores, y porque la situación económica, pese a lo difícil y dura, no es la misma de hace un año, dos años o tres años. El gobierno y el pueblo se han organizado de otra manera y la economía venezolana está arrancando. Está lejos de encontrarse bien, es una economía de guerra, destruida por bloqueos, sanciones y por los corruptos que andan por ahí dándose la gran vida, pero ha mejorado respecto a años anteriores”. 

Un dato importante es que el asesor González deploró el lenguaje de Trump sobre Venezuela y desestimó que se abordara el tema como si EEUU fueran un partido político venezolano.  

“Ya en la campaña, González había dicho que Trump hablaba muy fuerte contra Venezuela, pero su estrategia no era coherente, como tampoco la aplicada respecto a Cuba. En su opinión, está comprobado que las medidas unilaterales no funcionan. Sin embargo, no las levantan porque no es un tema prioritario en su agenda. Nosotros tenemos que mamarnos las sanciones por meses y años hasta que el tema entre en agenda. Es como si las sanciones hubiesen caído del cielo, como si no fuesen ellos quienes las impusieron”, fustigó. 

Como acotación, Pérez Pirela agregó que no solo EEUU en la era Trump actuó como si fuera un partido venezolano. “Eso mismo puede decirse de este embajador de Francia que ahora ha sido advertido con una nota de protesta. Es una embajador que se comporta como si fuera militante de un partido venezolano de extrema derecha”. 

Haití: mal comienzo para Biden

Para hacerse una idea de cómo será la política exterior de EEUU respecto a América Latina y el Caribe, Pérez Pirela estimó conveniente tomar como referencia una de sus primeras jugadas en la región: el gobierno de Biden da apoyo a una dictadura de derecha en Haití.  

“El rol de los EEUU en la encrucijada política haitiana los vamos a abordar con datos del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), que apuntan a indicar que este país está viviendo una catástrofe humanitaria, invisibilizada por la comunidad internacional y por los grandes medios durante años y especialmente en las últimas semanas, días y horas”. 

Citó ampliamente un trabajo del CELAG:  

“Haití vive una crisis permanente desde 2018, cuando las protestas de la sociedad civil y todo el arco opositor estallaron frente al escándalo de corrupción multimillonario que el presidente en ejercicio y su predecesor habían realizado supuestamente con los fondos de PetroCaribe. Habiendo gobernado 4 de los 5 años estipulados, prácticamente todo el país unido le pide a Jovenel Moïse que culmine su mandato el 7 de febrero de 2021. Él asegura que no lo hará”. 

“Actualmente el jefe de Estado se atribuye todos los poderes violando el artículo 150 de la Constitución Nacional. Moïse cuenta con un rechazo manifiesto de la oposición, la sociedad civil, movimientos campesinos, sindicatos, organizaciones territoriales, ONG, cámaras empresariales y hasta la propia curia de la Iglesia Católica. Tampoco cuenta con unas instituciones normalizadas para hacer frente a esta situación”. 

Comentó Pérez Pirela que en ese contexto, EEUU está frotándose las manos porque los Clinton tiene una grandísima ascendencia, son como reyezuelos de Haití. 

“Las elecciones parlamentarias previstas para el 2018 fueron suspendidas en reiteradas oportunidades. Ante la imposibilidad de tener una representación oficialista en la Cámara Baja y en los dos tercios de los senadores que se renovarían, Moïse decidió cerrar el Parlamento, gobernando por decreto desde enero del 2020. Además, creó la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), un cuerpo parapolicial con atribuciones para reprimir la protesta social legítima”, prosigue el informe referido. 

“El Core Group, integrado por embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, la Unión Europea, el representante especial de la Organización de Estados Americanos y la representante especial del secretario general de las Naciones Unidas, manifestó su preocupación por la usurpación de competencias al Legislativo. El comunicado advierte que las medidas del presidente ‘no parecen ajustarse a ciertos principios fundamentales de la democracia, el Estado de derecho y los derechos civiles y políticos de los ciudadanos’”. 

“La gran pregunta es ¿cómo se sostiene en el poder un presidente que tiene todo en su contra? –plantea el CELAG y procede a responder-. Contó con el apoyo de Donald Trump y con el uso ilegítimo de la violencia mediante grupos paraestatales”. 

Los antecedentes de la situación en proceso tienen vínculos con el empeño de EEUU de forzar un cambio de gobierno en Venezuela. 

“En 2019, el actual Gobierno de Haití rompió relaciones con Venezuela, de quien había recibido petróleo a precios subsidiados por más de una década, desatando una crisis energética. Ese mismo año, Moïse reconoció a Juan Guaidó como presidente de Venezuela y, a fines de noviembre de 2020, Haití fue el primer -y único- país americano en abrir una embajada en Sahara Occidental, reconociendo la soberanía marroquí sobre el territorio. Moïse no dudó en adoptar una posición de subordinación total a las aventuras geopolíticas más descabelladas de Donald Trump”. 

La situación de derechos humanos, ignorada por la comunidad internacional y la prensa global, es realmente grave. Pérez Pirela deploró que acerca de esto no se habla en los medios y en los noticieros de las grandes cadenas informativas apenas si le dan 20 o 40 segundos. 

“La Red Nacional de los Derechos Humanos cataloga el 2020 como el año de la ‘gangsterización’ acelerada en Haití, caracterizado por la violación sistemática de las libertades fundamentales e individuales de los ciudadanos. Se estima que al menos un millar de personas fueron secuestradas en Haití durante 2020 y una cifra similar murió en medio del recrudecimiento de la violencia”. 

La actitud de Trump fue fundamental para mantener en el poder a Moïse, pero el punto clave ahora es saber cuál es la postura de Biden.  

“La derrota de Trump y el ascenso de los demócratas encabezados por Biden, parecen forzar un cambio en pos de la fachada institucional, lo cual no sólo estaría en sintonía con los últimos comunicados del Core Group sino también con algunas sanciones del Departamento del Tesoro norteamericano contra dos funcionarios y un paramilitar. Sin embargo, no hubo ninguna sanción formal contra la aplicación de la doctrina del shock mediante grupos de tareas o la gangsterización de la sociedad”, precisa el documento de CELAG. 

Para lavarse la cara, Moïse afirma que su periodo termina en 2022 y ha promovido una reforma constitucional que sería sometida a un referéndum el 25 de abril de este año, como paso previo a las elecciones generales programadas para el 19 de septiembre. “Todo parece indicar que EEUU está detrás de ese calendario electoral porque  la reforma constitucional no es un reclamo popular. Varios partidos políticos y plataformas opositoras de Haití criticaron el apoyo de la ONU y la OEA al proyecto electoral y de cambio constitucional. La Constitución actual prohíbe de forma explícita la celebración de mecanismos consultivos para su modificación. Aun así, la OEA, la ONU y los Estados Unidos parecen no oír la protesta que exige la salida de Moïse, y tampoco parecen  ver  los cuerpos de los opositores desmembrados a machetazos, los secuestros y las torturas”.  

La conclusión de los investigadores del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica es que “lamentablemente, Haití es la primera muestra de lo que el relevo presidencial norteamericano tiene para ofrecer a América Latina”. 

Pérez Pirela expuso su propio punto de vista: “Por eso es que siempre insistimos en que no podemos hacernos ilusiones sobre un cambio significativo de la política exterior de EEUU con la salida de Trump y la llegada de Biden”. 

Ecuador: robo electoral con causas geopolíticas

El comunicador y especialista en Filosofía Política cerró el recorrido por las realidades políticas de Latinoamérica y las intenciones, actuaciones y desafíos del gobierno de Biden, al analizar el caso de Ecuador. 

“EEUU está respaldando el intento de robarle la elección a Andrés Arauz. Antes de irse, Trump hizo todo lo posible por amarrar a Ecuador y evitar su acercamiento a China. En la última semana de su mandato, EEUU y Ecuador anunciaron un acuerdo sin precedentes. La Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de EEUU (DFC, son sus siglas en inglés) se comprometió a desembolsar 3 mil 500 millones de dólares para que Ecuador cancele una parte de su deuda con China. Entender este detalle es entender lo que está pasando en términos electorales en Ecuador. A cambio, Ecuador debe excluir a Huawei y otras compañías chinas de la construcción de la red 5G y abrirse a la venta de activos estatales, petróleo e infraestructura energética a empresas estadounidenses”. 

Este acuerdo aún no está en marcha, pero ata de manos a quien gane las elecciones, sea el correísta Arauz o el candidato más afín a los intereses estadounidenses, el empresario Guillermo Lasso. 

Según el doctor en Derecho Internacional Esteban Actis, “tanto el DFC como el programa América Crece, que busca impulsar proyectos de infraestructura regional a través del sector privado, son herramientas estadounidenses para contrarrestar la presencia china en la región. Es una política regional, más allá de Ecuador. Aunque estos organismos y programas comenzaron durante el gobierno de Trump, existe consenso bipartidista sobre la necesidad de no perder terreno ante el financiamiento chino de la infraestructura en el continente”. 

Actis dice que los instrumentos seguirán siendo utilizados por Biden, pero con una lectura más sofisticada y va a intentar jugar las cartas de una manera menos burda.  

El excanciller ecuatoriano Guillaume Long ha expresado su confianza de que en un mandato de Arauz estas iniciativas no continuarán, pues a Ecuador no le conviene estar atrapado en un conflicto geopolítico entre EEUU y China. 

“Es lo que hemos dicho acá muchas veces –acotó Pérez Pirela-: no existe una diferencia teleológica, en los objetivos, entre demócratas y republicanos, solo que los Obama, los Clinton y los Biden son políticamente más correctos que los Bush y los Trump. En este caso, ambos están interesados en combatir contra China porque saben que EEUU está perdiendo por goleada esa confrontación, pues no exporta casi nada, todo lo importa, mientras China está batiendo todos los records de exportación”. 

Interacción

Durante todo el programa, especialmente en los últimos minutos, Pérez Pirela mantuvo su ya habitual intercambio de ideas con la audiencia. Varios de los participantes destacaron la importancia del enfoque empleado, en el que los hechos nacionales y latinoamericanos son vistos en su contexto histórico, geopolítico y económico. 

El moderador anunció una breve interrupción de las emisiones de Desde Donde Sea hasta el miércoles de la semana próxima, por motivos personales. 

(LaIguana.TV)