La ansiada disponibilidad de vacunas contra la COVID-19 no significa necesariamente que la pandemia acabará pronto, pues como apuntó el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde Donde Sea, se ha desatado una verdadera «guerra de vacunas» en los países con mayores ingresos. 

Estas naciones, detalló, ya se han asegurado la mayor parte de las dosis de los inmunizadores de Pfizer-BioNTech, cuya efectividad reportada sobrepasa el 90%, aunque también de la vacuna de Moderna, si bien su efectividad, ostensiblemente menor, sobrepasa por poco el 70%.  

A ese respecto, Pérez Pirela precisó que «la Unión Europea (UE) ha llegado a un acuerdo con Moderna para adquirir hasta 160 millones de dosis. La UE también comprará 200 millones de dosis de Pfizer-BioNTech y tiene derecho a comprar 100 millones de dosis adicionales». 

Una conducta similar exhibe el Reino Unido, que «ya ha ordenado 40 millones, suficientes para vacunar a 20 millones de personas», mientras que «Japón planea comprar vacunas de Pfizer, AstraZeneca y Moderna para 145 millones de personas», añadió. 

Sin embargo, a pesar de la espectacularidad de las cifras, señaló el también director de LaIguana.TV, «si se administran dos dosis por persona, la demanda total alcanzará 290 millones de dosis». 

Australia, por su parte, apostó a Novavax, quien le suministrará 40 millones de dosis, al tiempo que Arabia Saudita apostó por el plan COVAX para adquirir vacunas que le permitirán inmunizar contra el coronavirus a unos 6,5 millones de personas (el 20% de su población). 

De su lado, explicó el experto, países «emergentes» como China, India o Rusia «tienen gran densidad poblacional, por lo que su demanda de vacunas será mayor que la de los países desarrollados», lo que compromete la vacunación de sus propios ciudadanos, dada la presión que existe el mercado de los inmunizadores. 

Esta demanda creciente, lo llevó a preguntarse «cuál es la verdadera capacidad de las farmacéuticas» para producir esas dosis.   

(LaIguana.TV)