Italia abrió este miércoles los colegios para alumnos de hasta el primer curso de educación secundaria, de 12 años, también en «zona roja», tal como establece el último decreto con medidas anti-COVID, que impide que las regiones puedan apelar esta decisión tras convertir la educación en una sus prioridades.

El Ejecutivo de Mario Draghi cambió la obligatoriedad de cerrar los colegios en «zona roja» de los más pequeños, mientras que en el resto de grados en las zonas con mayores limitaciones se garantizará solo el 50 % o el 75 % de los estudiantes en presencia.

Los presidentes de cada región podrán intervenir en los cierres solo en situaciones de especial preocupación, como por la presencia de brotes o de variantes de la COVID-19.

Son muchas las asociaciones de padres, estudiantes y de profesores que han pedido al Gobierno que no se vuelvan a cerrar los colegios y que incluso se abran también para la educación superior para proteger el bienestar psicológico de los estudiantes.

Con el 80 % del personal educativo vacunado, según confirmó el presidente de la Asociación Nacional de Directores de Escuela, Antonello Giannelli, en total regresarán a las clases presenciales unos 5,6 millones de alumnos.

(EFE)