El analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde Donde Sea, transmitido por medios digitales para LaIguana.TV, comentó lo dicho por el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, sobre los combates entre la Fuerza armada Nacional Bolivariana (FANB) e irregulares colombianos en el estado Apure.

Al respecto, Molano reiteró que el Ejército venezolano atacó «de una forma cómplice y selectiva solo a las disidencias» lideradas por un excombatiente de las FARC conocido como Iván Mordisco, buscando favorecer a otro grupo liderado por el exdirigente de esa guerrilla, Iván Márquez. Según este funcionario, el objetivo de la FANB no era el resguardo de la frontera sino la protección del negocio del narcotráfico. Esto ha sido calificado por Venezuela como acusaciones absurdas, fantasiosas y esquizoides.

Qué casualidad que cuando llegan a Colombia, tras ser repelidos, estos irregulares son protegidos, cuando deberían ser perseguidos y detenidos por el gobierno de Colombia, que es enemigo de las disidencias de las FARC –remarcó Pérez Pirela–. Hay que ser bien caradura para decir esto desde el gobierno de un narcoestado. Molano dice esto cuando Colombia es el principal productor de cocaína del planeta Tierra, mientras Venezuela es territorio libre de cultivos ilícitos. Lo dice desde el país del falso positivo, un país en guerra, fundado sobre el narcotráfico y la mentira, un país que, en suma, no puede vivir sin el aporte del narcotráfico”.

Padrino López confirmó que el origen de la confrontación es la pretensión de grupos irregulares colombianos de establecer su negocio de narcotráfico en territorio venezolano y la mejor demostración es que el conflicto comenzó con la captura de cuatro aeronaves usadas en el negocio ilegal, entre enero y marzo de este año.

(LaIguana.TV)