El analista político Miguel Ángel Pérez Pirela explicó en su programa Desde Donde Sea, transmitido por medios digitales para LaIguana.TV, que para algunos países de Latinoamérica que pidieron préstamos al Fondo monetario Internacional (FMI), las consecuencias fueron una escalada de violencia, la declaratoria de un Estado de sitio y se desató una represión sin precedentes en tiempos de «democracia», que dejó 39 civiles muertos y más de 200 heridos, amén de una crisis política, pues De la Rúa abandonó la Casa Rosada en helicóptero y le sucedieron cuatro presidentes en once días.

En ese sentido, Pérez Pirela enumeró algunos ejemplos de las consecuencias que trajo a algunas naciones suramericanas, los préstamos del FMI:

-Bolivia: en abril de 2003, el Gobierno de ese entonces accedió a una línea de crédito con el FMI por 124 millones de dólares, que se incrementó luego a 248,9 millones de dólares. En contraprestación, aplicó una serie de medidas de austeridad, procedió a privatizar recursos estratégicos e intentó avanzar en un plan para exportar gas a Estados Unidos través de Chile, lo que ocasionó una avanzada de protestas que vieron su punto más alto en octubre de ese año, cuando 63 personas murieron en El Alto por la represión de las fuerzas de seguridad.

-Ecuador: tras acceder a un crédito por más de 4.200 millones de dólares, en marzo de 2019, el Gobierno de Lenín Moreno decidió aplicar medidas de austeridad: eliminó los subsidios a los combustibles, cuyas tarifas aumentaron 123%. Los anuncios trajeron consigo una huelga generalizada del transporte, disturbios ciudadanos y saqueos en varias ciudades del país, incluyendo Quito y Guayaquil.

El también director de LaIguana.TV citó al historiador argentino Leandro Morgenfeld, quien sostiene que «el FMI, sobre todo en los últimos 25 o 30 años, fue el instrumento de defensa de los intereses de las grandes corporaciones de Estados Unidos y los países del G-7, especialmente los europeos».

Según Morgenfel, apuntó, un factor común en las economías de la región que han recurrido al FMI es que, «a pesar de obtener millonarias sumas de dinero, terminan con problemas de liquidez, lo que permite inferir que la asistencia financiera no cumple los objetivos o bien termina en otros destinos».

Este experto también recuerda que durante el menemismo, Argentina era presentada como alumna ejemplar del FMI, porque había seguido al pie de la letra sus recetas.

(LaIguana.TV)