El analista político Miguel Ángel Pérez Pirela ofreció algunas interpretaciones sobre lo dicho por el excandidato correísta Andrés Arauz al reconocer el triunfo de Guillermo Lasso, que tildó como «un traspié electoral» y su llamado al cese de la «persecución política» en Ecuador.

Así lo explicó en una edición de su programa Desde Donde Sea, transmitido por medios digitales, donde indicó que Araúz negó su derrota se tratase de «una derrota política» o «moral» y convocó a la paz y a la reconciliación sobre la base del respeto absoluto a los derechos humanos.

No obstante, por encima de estas declaraciones, Pérez Pirela considera que no solamente es derrota política para Ecuador sino para la región entera, que en alguna medida pagará las consecuencias de que el expresidente Rafael Correa haya pretendido mantener con vida la Revolución Ciudadana desde Bélgica y haya apostado por un líder de perfil tecnocrático, con el que intentó vanamente remontar la cuesta en pocas semanas.

En relación con el exhorto del candidato correísta, precisó que se enmarca en el hecho de que durante los últimos cuatro años, diversos funcionarios de la administración anterior fueron sometidos a procesos judiciales, incluyendo al propio expresidente Rafael Correa, quien al respecto dijo: «no es un final sino un comienzo, ha dicho Andrés. Gracias a todos por su apoyo. Sinceramente creíamos que ganábamos, pero nuestras proyecciones eran erradas. Suerte a Guillermo Lasso, su suerte será la de Ecuador. Solo le pido que cese la persecución judicial, que destruye vidas y familias».

Hay que recordar, añadió, que el exmandatario ha denunciado haber sido sometido a persecución política en los distintos procesos judiciales que se le siguen. En el Caso Sobornos 2012-2016, Correa y su exvicepresidente, Jorge Glas, fueron sentenciados a ocho años de cárcel, pues según los magistrados a cargo del fallo, ambos instigaron a otros funcionarios implicados a cometer el delito de cohecho.

En el Caso Balda se vincula al expresidente al secuestro del político ecuatoriano Fernando Balda, ocurrido en agosto de 2012 en Bogotá, Colombia y Glas fue sentenciado a seis años de prisión por asociación ilícita en el marco del Caso Odebrecht, en el que la Fiscalía se abstuvo de condenar José Conceiçao Dos Santos Filho, un ejecutivo de la trasnacional brasileña, a pesar de haberlo señalado como el hombre a cargo del esquema de sobornos de esta trama de corrupción.

(LaIguana.TV)