A primera hora de la mañana de este miércoles, en el marco del Paro Nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia y respaldado por distintos movimientos sociales, indígenas Misak derribaron la estatua de Sebastián de Belalcázar, fundador de la ciudad de Santiago de Cali (Valle del Cauca), debido al genocidio que ejecutó contra las poblaciones originarias, sistemáticamente silenciado por la historia oficial.

«Indígenas del pueblo Misak acaban de derribar estatua del genocida Sebastián de Belalcázar. El genocidio que comenzaron los colonizadores no ha terminado. En el gobierno de (el presidente Iván) Duque han asesinado más de 190 líderes indígenas», escribió en Twitter Martha Peralta Epieyú, presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS).

Autoridades calificaron el acto como «vandalismo» y a los Misak como «vándalos», a lo que Peralta Epieyú replicó: «Los veo haciendo escándalo por la estatua de un genocida, pero calladitos con los más de 190 líderes indígenas asesinados en el gobierno de Iván Duque».

No es la primera vez que los miembros de esta nación indígena derrumban una estatua de Belalcázar. El pasado 16 de septiembre hicieron lo propio con el monumento erigido en su honor en la ciudad de Popayán (Cauca).

«Este juicio lo enmarcamos dentro de un compromiso que tenemos frente a la memoria colectiva de nuestra sangre, razón por la cual estamos convocados a reescribir la historia liberándonos de toda huella producto de la colonialidad del saber», argumentó entonces la comunidad Misak en un comunicado.

(LaIguana.TV)