El médico y devoto venezolano José Gregorio Hernández finalmente será beatificado este viernes 30 de abril, en medio de estrictas medidas de bioseguridad debido a la actual pandemia del COVID-19. El evento tendrá lugar en la Iglesia del Colegio La Salle, en la ciudad de Caracas, y será transmitido en cadena nacional de radio y de televisión.

La ceremonia podrá ser vista además vía streaming a través de las redes sociales de la Conferencia Episcopal Venezolana. “La beatificación de José Gregorio llega en un momento particularmente oportuno”, manifestó el monseñor Baltasar Porras, presidente de la referida institución.

El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín, quien había confirmado su presencia en la ceremonia, en último momento informó que no podrá asistir. El Cardenal indicó que no viajará a Caracas para presidir el acto “por causas de fuerza mayor, asociadas principalmente a la pandemia de COVID-19”.

El culto al también conocido “médico de los pobres”, cabe destacar, forma parte ya de la idiosincrasia religiosa del pueblo latinoamericano. Este, además, se ha constituido en un símbolo por excelencia de la fe cristiana en nuestro país. Su beatificación fue autorizada por el Papa Francisco el pasado 13 de junio de 2020.

El mensaje del Papa

Este mismo jueves 29 de abril el Papa Francisco envió un mensaje a Venezuela, en el cual, aparte de celebrar la beatificación de Hernández, lamentó que este acontecimiento se desarrolle “en un momento tan particular y difícil” para el país.

“Al igual que mis hermanos obispos, conozco bien la situación que sufren y soy consciente de que sus prolongadas angustias se han visto agravadas por la terrible pandemia de covid-19 que nos afecta a todos”, destacó el sumo pontífice en su mensaje de casi 13 minutos.

El líder del Vaticano, en este sentido, aseveró que acompaña al pueblo venezolano en esta celebración signada por el dolor de la pandemia. La beatificación del médico, según dijo, “es una invitación a la conversión hacia una mayor solidaridad, para producir entre todos la respuesta del bien común tan necesitada para que el país reviva después de la pandemia, con espíritu de reconciliación”.

“Le encomiendo al Señor que ninguna intervención de afuera les impida caminar este camino de unidad nacional. Cuánto desearía poder visitarlos, para al menos significar mi acompañamiento en este camino”, manifestó.

Aprobación de la beatificación

El 18 de junio de 2020 la Plenaria de Cardenales y Obispos celebrada en Roma aprobó la beatificación del venerado “médico de los pobres”. El último paso para oficializar dicho nombramiento se materializó, luego de que el papa Francisco anunciara y firmara el decreto en acto público.

El expediente del milagro que se le atribuye al beato fue presentado a inicios de 2019 ante la Congregación para la Causa de los Santos. El encargado de hacerlo fue el cardenal Baltazar Porras. Se trata del caso de la niña Yaxury Solórzano Ortega, ocurrido en San Fernando de Apure en el año 2017.

En el mes de enero de 2020 la Comisión Médica del Vaticano había dado su visto bueno al caso y lo había pasado a la Comisión de Teólogos. El 27 de abril de dicho año la referida junta, conformada por siete integrantes, había aprobado por unanimidad el referido milagro. Sólo restaba la Plenaria de Cardenales y la aprobación del Papa Francisco.

Esta aprobación se dio el día 19 de junio de 2020. El Papa Francisco autorizó la beatificación de Hernández, tras reconocer el milagro de la niña Yaxury.

La exhumación

La exhumación del cuerpo del doctor José Gregorio Hernández se llevó a cabo el pasado 26 de octubre de 2020, día en el que, por cierto, se celebra el natalicio del beato. Ese día, desde muy temprano, cientos de feligreses se acercaron a la Iglesia Santuario de Nuestra Señora de La Candelaria, en el centro de la ciudad de Caracas, lugar en el que reposan los restos del médico venezolano.

La ceremonia fue presidida por el cardenal Porras. Los fieles celebraron este hecho, pues la exhumación también se traduce en un paso previo a la canonización del hoy venerable. Al acto asistieron representantes de la Conferencia Episcopal y también representantes de varias Embajadas con sede en nuestro país. También asistió la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien habría recibido el milagro obrado por la intercesión de Hernández, en el año 2017.

El proceso de exhumación tenía como propósito dar fe ante el Vaticano de la existencia de los restos. Este proceso consiste en la extracción de una parte de sus huesos que serán utilizados como reliquia en primero y segundo grado. De esta forma, 40 diócesis venezolanas tendrán las reliquias de José Gregorio Hernández luego de publicarse el decreto de beatificación.

El informe de exhumación fue enviado a la Santa Sede. Con este paso, la beatificación de Hernández quedó consolidada.

Una ceremonia en medio de la cuarentena

Debido a la actual coyuntura del Coronavirus, no se ha permitido realizar un acto de masas para celebrar la beatificación del siervo de Dios. Efectivos de seguridad resguardarán los alrededores de la Iglesia del Colegio la Salle, para verificar el cumplimiento de las debidas medidas de bioseguridad.

No obstante, Porras informó que se estarán celebrando oficios religiosos en distintas regiones de nuestro país. Igualmente, se prepara otra ceremonia, todavía sin fecha definida, que se llevará a cabo en la población de Isnotú, en el estado Trujillo, lugar en el que nació Hernández.

Al acto, por cierto, solo podrán asistir un total de 150 personas. Según la coordinadora de la Comisión Nacional para la Beatificación, Alba Pérez, el número de asistentes estimados debió reducirse tras el cambio de sede (en principio se esperaba que la ceremonia se realizara en el Estadio Universitario de la Universidad Central de Venezuela).

En el acto estarán presentes arzobispos y obispos de Venezuela, así como grupos reducidos de sacerdotes y de varias congregaciones religiosas de Caracas. Se espera que la niña Solórzano Ortega también se encuentre presente. También se espera la asistencia de algunos familiares de Hernández.

Las reliquias

Ciento setenta reliquias con pequeñísimos fragmentos de la osamenta del beato serán distribuidas en todo el territorio nacional, tras el acto que se celebrará este viernes. Las mismas fueron confeccionadas por las integrantes de las Hermanas Siervas de Jesús. Esta congregación fue fundada por la también beata venezolana Madre Carmen Rendiles.

Este viernes, luego de realizarse la ceremonia, las reliquias serán enviadas a varias diócesis y parroquias venezolanas. Incluso se espera que algunas se envíen hacia el exterior.

El milagro que abrió las puertas a la beatificación de Hernández

Durante un asalto la niña Yaxury Solórzano Ortega, de 10 años de edad, fue herida de un balazo en la cabeza. El hecho ocurrió en el caserío Manga Covera, a tres horas de San Fernando de Apure, en el mes de marzo de 2017. La pequeña se transportaba en una moto junto a su papá.

Ella y su padre fueron interceptados por unos delincuentes. Al dispararles, la menor recibió un impacto en la zona temporal derecha, quedando en estado de gravedad. Yaxury tuvo que ser trasladada en lancha, durante cuatro horas, hasta el hospital Pablo Acosta Ortiz de San Fernando.

La niña terminó siendo operada en una clínica privada dos días después de los sucesos, debido a la falta de un neurocirujano que la atendiera. La víctima presentaba pérdida de masa encefálica y también había perdido mucha sangre.

Los médicos, tras este fatal acontecimiento, le advirtieron a los padres que su hija no se recuperaría y que quedaría en estado vegetal. A partir de entonces su madre comenzó a pedirle al doctor José Gregorio Hernández, para que le hiciera el milagro de salvar a su pequeña. La mujer, según ella misma afirma, habría recibido el siguiente mensaje de parte del Venerable: “No te preocupes, que tu hija va a salir bien”.

Cuatro días después de la cirugía, Yaxury comenzó a reaccionar de manera positiva a los exámenes y pruebas a los que era sometida. Veinte días más tarde la niña fue dada de alta y salió caminando del hospital sin ningún tipo de problemas.

El médico que la atendió aseguró que, debido a la gravedad de la herida, ella debió haber quedado con algún tipo de discapacidad motora, bien sea a nivel del habla, a nivel de la memoria, o incluso pérdida de la visión. Aseveró que creían que la niña debía ser sometida a intensas sesiones de terapia para que se recuperara. No obstante, parecía como si nada hubiese sucedido.

Vida y obra de José Gregorio Hernández

A continuación una breve reseña sobre la vida del “amado hijo de Isnotú”:

-El Dr. José Gregorio Hernández nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864.

-Hijo de Benigno Hernández y Manzaneda y de Josefa Antonia Cisneros y Monsilla, llaneros que se habían refugiado en el referido pueblito trujillano.

-Fue bautizado en Escuque por el padre Victoriano Briceño y confirmado en 1867 por el Arzobispo Juan Hilario Boset.

-José Gregorio Hernández destacó por su fe católica y por su apasionada práctica religiosa. Esta devoción era tradición en su familia.

-Aunque humilde, era de ascendencia ilustre y de abolengo. Provenía de linajudos solares cantábricos que habían venido a Venezuela en el siglo XVIII.

-Su madre falleció el 18 de agosto de 1872, cuando José Gregorio tenía casi 8 años. Quedó entonces bajo el cuidado de su tía paterna María Luisa.

-Su padre Benigno era un hombre que gozaba de éxito económico. De él heredó la firmeza de carácter, la constancia y el tesón para la lucha diaria.

-En un artículo de la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, se le describe de la siguiente manera: “José Gregorio era de apariencia delgada, apenas alcanzaba 1.60 de estatura, su piel era blanca, ligeramente tostada por el sol, tenía una mirada vivaz, clara y penetrante, sus ojos oscuros sabían mirar de frente e inspirar confianza. De labios delgados, frente despejada, nariz perfilada, rostro ligeramente ovalado y cabeza bien formada, tenía las manos suaves y una sonrisa acogedora y oportuna”.

-Luego de cursar estudios en su pueblo natal, se trasladó a Caracas para estudiar en el Colegio Villegas. Allí se graduó de Bachiller en Filosofía en 1884.

-Posteriormente se graduó de medicina en la Universidad Central de Venezuela el 29 de junio del año 1888. Su tesis se tituló “La doctrina de Laennec y La Fiebre Tifoidea en Caracas”.

-Es considerado Fundador de la Bacteriología en Venezuela.

-Después de graduarse practicó medicina rural en Los Andes (en Isnotú, Betijoque y caseríos aledaños). Solía hacer visitas domiciliarias a caballo.

-Hablaba inglés, alemán, francés, italiano, portugués, dominaba el latín, era músico, filósofo y también poseía amplios conocimientos en teología.

-Mientras hacía medicina en su tierra natal, se le informó que había sido becado y que debía viajar a París para cursar estudios de microscopía, bacteriología, histología y fisiología experimental.

-En 1901 regresó de Europa y fundó el Instituto de Medicina Experimental, el Laboratorio del Hospital Vargas y varias cátedras de Medicina. Entre estas destacan Histología Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología.

-En el año 1904 ingresó como Individuo de Número a la Academia Nacional de Medicina. Fue considerado uno de sus fundadores. Allí ocupó el Sillón XXVIII.

-Fue muy poca su obra científica escrita. Realiza trabajos para la recién fundada Gaceta Médica de Caracas. En 1896 publicó el libro Elementos de Bacteriología.

-No obstante, escribió numerosos artículos (opúsculos y narraciones) fuera de su producción científica. Destacan: “En un vagón”, “Los Maitines” y “Visión de Arte”.

-Era promotor de la tesis creacionista sobre el origen de la vida. Protagonizó una acalorada polémica con el doctor Luis Razetti, quien defendía el evolucionismo. Sin embargo, ambos eran muy amigos.

-En 1909, a los 43 años, dejó sus labores en Venezuela y se trasladó a Italia. Ingresó entonces al monasterio de la Cartuja de Farneta de Lucca. Allí se hizo llamar Fray Marcelo. Por condiciones de salud (fatiga mental) debe volver a Venezuela.

-El 14 de septiembre de 1909 es nombrado profesor de la cátedra de Anatomía Patológica Práctica, que funcionó de manera anexa al Laboratorio del Hospital Vargas.

-En 1914 volvió a Roma e ingresó otra vez al Seminario, pero debió regresar de nuevo a su país debido a síntomas de tuberculosis.

-En Venezuela siguió con sus labores académicas y docentes hasta el año 1919, cuando fallece en accidente de tránsito.

-José Gregorio Hernández fue atropellado en la esquina de Amadores por uno de los pocos carros que existían en Caracas. Aún se discute si fue debido a su propia imprudencia.

-Fue trasladado al Hospital Vargas. Su muerte fue certificada por Razetti y por los bachilleres Julio García Álvarez y Antonio Briceño Rossi. La causa del fallecimiento fue traumatismo de cráneo en la región parietal izquierda, con fatal irradiación hacia la base.

-Sus restos fueron velados en la Catedral de Caracas. Fue llevado en hombros hasta el Cementerio General del Sur por un pueblo que decía: “El Dr. Hernández es nuestro”.

Antecedentes y curiosidades:

El 16 de enero de 1986, El papa Juan Pablo II había declarado Venerable al doctor José Gregorio Hernández.

José Gregorio Hernández es el primer varón venezolano que sube a los altares. A él lo han antecedido tres religiosas: la agustina María de San José (7 de mayo de 1995), la carmelita Candelaria de San José (27 de abril de 2008), y la sierva de Jesús Carmen Rendiles (16 de junio de 2018).

(LaIguana.TV)